MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Generali Investments reconoce que los resultados del segundo trimestre han comportado sorpresas “positivas”, si bien prevé que los márgenes empresariales se debiliten en lo que queda de 2023, por lo que mantiene la cautela con la renta variable y se muestra más positivo con respecto a la renta fija, según el análisis sobre renta variable realizado por los analistas de la firma, Michele Morganti y Vladimir Oleinikov.
Los analistas indican la temporada de resultados del segundo trimestre está dando “agradables sorpresas” frente al consenso del mercado, después de las “notables” revisiones negativas realizadas antes del inicio de la publicación de cuentas. De esta forma, los resultados de las empresas estadounidenses se acercan a la media histórica, aunque los de la Unión Europea son más moderados.
“La reacción del mercado también es contenida, ya que el posicionamiento ha aumentado por encima de la media (aunque sigue sin ser exuberante) y las previsiones de las empresas son menos optimistas que en el primer trimestre”, agregan los expertos.
Sin embargo, Generali Investment opta por tener cautela sobre la renta variable, especialmente en el corto plazo, ya que, por ejemplo, los datos ‘macro’ en Europa son “más débiles”. “En general, seguimos creyendo que el efecto retardado de la política monetaria puede perjudicar, muy probablemente hasta el primer o segundo trimestre de 2023”, añaden.
Explican que, aunque los tipos de interés oficiales hayan podido tocar techo, estos se pueden mantener altos durante más tiempo ante una inflación subyacente persistente, mercados laborales sólidos, salarios crecientes y un crecimiento en Estados Unidos “resistente”. En este contexto, se está recortando la oferta y de la demanda de crédito y los impagos pueden aumentar.
Mientras que infrapondera ligeramente a Europa frente a Estados Unidos, la firma apuesta por China debido a las bajas valoraciones y a las probables ayudas fiscales y monetarias, así como India, que debería beneficiarse de unas condiciones macroeconómicas favorables, es decir, un crecimiento del PIB estructuralmente superior y una inflación a la baja.