El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha comentado este lunes que es “optimista por naturaleza” y confía en que el Congreso convalide este jueves la reforma laboral, acordada a finales de diciembre entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos.
“Yo he trabajado para que salga. Estoy en la posición de defender que esto salga (…). Estamos satisfechos con lo que se ha conseguido, pensamos que es bueno para el país”, ha recalcado Garamendi en un coloquio organizado por el Club Siglo XXI.
El presidente de los empresarios ha aludido a la “confianza” tripartita sobre la que se acordó la reforma y ha pedido a los partidos políticos que respeten la redacción del texto porque “cada coma ha costado días de trabajo y esfuerzo”.
A unos días de su tramitación, el presidente de la patronal ha vuelto a defender que se trata de un acuerdo que da estabilidad al país, protege la flexibilidad de la empresa y reduce la tasa de temporalidad, como pedía la Comisión Europea. En este sentido, también ha aclarado que “no se ha tocado” el despido y que los empresarios tendrán que aprender a moverse en la calificación de los fijos-discontinuos para “tener el máximo de contratos indefinidos” en España.
No obstante, ha reconocido que la decisión depende ahora de la “soberanía nacional” y no entrará en valoraciones hasta que se conozca la decisión del Parlamento. Garamendi también ha advertido a los partidos políticos que se opongan que tendrán que “explicar por qué votan de esa manera”, en alusión a los “grupos minoritarios” que ya han manifestado su rechazo.
El presidente de la CEOE ha subrayado que no ha llamado a ningún partido político para pedirlo el voto y que solo ha recibido la comunicación de Ciudadanos. También ha aprovechado su intervención para desmentir posibles tensiones con el Partido Popular, al que tiene un “afecto especial” y una relación “personal de amistad” con su líder, Pablo Casado.
Asimismo, ha expresado su “lealtad institucional” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
“Nosotros trabajamos con el Gobierno que nos toca y el que han elegido los españoles. Me guste o no me guste es el que es”, ha agregado.
PRÓXIMOS “CABALLOS DE BATALLA”
Tras la tramitación de la reforma laboral, que “ojalá se apruebe” en el Congreso, la CEOE tiene por delante este año otros “grandes caballos de batalla”, entre los que ha citado la reforma fiscal, la reforma de las pensiones y la negociación de la nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Sobre la reforma fiscal, Garamendi ha apostado por una “armonización a la madrileña” y una alineación con Europa, donde no existe el impuesto de patrimonio y el impuesto de Sucesiones “no tiene nada que ver con el de España”, según ha dicho.
En su opinión, España “posiblemente va en sentido contrario” a lo que necesita para conseguir un “estado más eficiente”. La CEOE ha elaborado un informe de 822 páginas sobre su planteamiento fiscal.
“Hay un planteamiento que es yo gasto y se lo cobro a los ricos. La pregunta es dónde están los ricos. No hay tantos y por mucho que les subas el tipo, no vas a recaudar mucho”, ha puntualizado.
En cuanto a la reforma de las pensiones, Garamendi ha adelantado que la patronal “no comparte mucho las ideas” que está viendo y ha alertado sobre una “nacionalización de las pensiones”, que deja fuera al sector financiero y asegurador.
La otra negociación que encara la patronal es la del SMI, para la que el Gobierno ha convocado a los agentes sociales el 7 de febrero. Garamendi ha recordado que esta mesa no corresponde al diálogo social, sino a una facultad del Ejecutivo de “previa consulta” con sindicatos y empresarios.
El presidente de la CEOE prefiere esperar a ese día, pero por el momento ha señalado que en “España hay ocho comunidades con un SMI mayor que el 60% del salario medio”. “Hay sectores que están muy tocados por otros motivos, hay sectores muy vulnerables que no pueden soportar estos salarios con estas cantidades”, ha añadido.
Respecto al tema salarial, también están pendientes las negociaciones de los convenios colectivos, para los que ha pedido “moderación salarial”, sin dar una cifra concreta del aumento que la patronal considera adecuado.
“Pedimos que se nos deje espacio, que las cosas de la mesa con discreción siempre funcionan mejor. También pido espacio de medio plazo, de dos o tres años porque a las empresas y trabajadores les va a dar muchísima estabilidad y creo que es muy importante”, ha contestado.