MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La oferta de compra por 19.100 millones de dólares australianos (11.687 millones de euros) realizada por el fondo canadiense Brookfield Asset Management y EIG Global Energy Partners ha sido rechazada por los accionistas de Origin Energy, dado que solo el 69% del capital social de esta última ha dado su visto bueno a la misma, cuando era necesario el 75% para llevar a buen puerto la operación.
El desenlace se precipitó cuando el fondo de pensiones AustralianSuper, que controla el 17% de la compañía, se opuso a los términos de la adquisición al considerarlos alejados del valor potencial de Origin.
“El valor actual y futuro de Origin está mejor en manos de los socios y otros accionistas que en las de un consorcio de capital riesgo que busca obtener un rendimiento rápido”, ha asegurado AustralianSuper en un nota de prensa que se hacía eco de las “importantes reservas” del consejo de administración de Origin sobre la operación.
Posteriormente, el fondo de pensiones ha emitido una nueva nota de prensa “celebrando la decisión de los accionistas” como “beneficiosa para la transición energética”.
De esta forma, la energética australiana dedicada a la exploración y producción de petróleo y gas, así como el despliegue de renovables, seguirá “centrada en cumplir con sus prioridades estratégicas, acelerar las inversiones en energías limpias y almacenaje, además de profundizar en su ambición de liderar la transición energética”, según ha afirmado su presidente, Scott Perkins.
Por su parte, Brookfield ha indicado que “meditará sobre sus siguientes pasos, si es que se producen, respecto a Origin”. El consorcio formado por el fondo canadiense y EIG avanzó que pondría sobre la mesa 12.300 millones de dólares australianos (7.526 millones de euros) para hacerse con la unidad de generación eléctrica y venta minorista de Origin en caso de que la compra fracase, si bien esta opción fue descartada la semana pasada por la dirección de la australiana.