La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha publicado este lunes su informe trimestral de previsiones económicas, rebajando la perspectiva del producto interior bruto (PIB) de España hasta un crecimiento del 5% este año, frente al 6,3% que preveía en diciembre.
En 2023, el crecimiento de la economía española será del 3,5%, en comparación con el 3,6% que se esperaba hace tres meses. Fitch ha atribuido las revisiones a la baja a los mayores precios energéticos, que se han visto empujados todavía más al alza por la guerra en Ucrania. De acuerdo con estas previsiones, España no recupera su nivel de PIB previo a la pandemia hasta el segundo trimestre de 2023.
Así, aunque el consumo de energía primario de España solo depende del gas de Rusia en un 3% del total, Fitch considera que los precios mayoristas del gas natural elevarán los costes energéticos de los hogares, lo que deprimirá la demanda.
“Los mayores costes energéticos y la alteración de las importaciones como consecuencia del conflicto probablemente limiten la producción de los sectores industrial y agrícola en los próximos meses, como mínimo”, ha alertado la agencia.
Con respecto al conjunto de la eurozona, Fitch ha revisado en un punto y medio a la baja la previsión de crecimiento en 2022, hasta el 3%, mientras que la de 2023 se ha reducido en tres décimas, hasta el 1,6%.
De su lado, los precios para los Diecinueve crecerá un 4,5% a cierre de 2022, frente al 2,8% estimado en diciembre. Para el final de 2023, el alza de precios será del 2,6%, dos décimas que la estimación anterior.