El 16% de los ingresos esperados procederá de la zona de ocio y el resto de las operaciones aeroportuarias
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La última inversión de Ferrovial en el mercado de aeropuertos comenzará a dar sus primeros resultados en 2026, cuando se prevé la apertura de la primera fase de la New Terminal One de Nueva York, con el objetivo de abrir al completo tres años más tarde con una capacidad estimada de 23 millones de viajeros cada año.
A principios de esta semana, la compañía presidida por Rafael del Pino anunció la adquisición a la firma de inversión estadounidense Carlyle del 96% de su participación en el consorcio designado para diseñar, construir y operar esta nueva terminal en el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, por 1.140 millones de dólares estadounidenses (1.062 millones de euros).
Según ha detallado la compañía en una presentación dirigida a analistas, el periodo de la concesión será de 38 años, por lo que el contrato se alargará hasta 2060, y los ingresos procederán en un 84% del negocio aeroportuario y el restante 16% de los contratos vinculados a la zona de tiendas y restaurantes, concentrando el ‘duty free’ el 61% de esta última cifra.
Esta inversión ha convertido a la española en el accionista de control de la empresa que tiene la concesión, puesto que es titular del 96% de la sociedad que posee el 51% del total. De esta forma, su participación será del 49%, por la cual inyectará en torno a 1.000 millones de dólares de los 2.000 comprometidos en el proyecto.
Esta aportación se realizará a medida que vaya avanzando el proyecto, siendo 2024 el ejercicio con la mayor inyección, con un total de 1.000 millones de dólares, de los que ferrovial tendrá que aportar casi la mitad. En 2023 y 2050, este importe se reduce a 500 millones y en 2022 y 2026 la cifra será mucho menor.
TRÁFICO DIVERSIFICADO
Ferrovial ha destacado que esta terminal operará en la mayor área metropolitana de Estados Unidos, con unos 22 millones de residentes, acogiendo las sedes del 25% de las 500 mayores empresas cotizadas del país. Además, el aeropuerto recibe viajeros de todo el mundo, por lo que no será dependiente del turismo de ninguna zona en concreto.
En total, el aeropuerto JFK, incluyendo todas sus terminales, concentra una capacidad de 62,5 millones de personas, con 86 aerolíneas y el 56% de los flujos de viajeros es internacional. Su cuota supone el 66% del mercado de la región de Nueva York.
Respecto a la New Terminal One, las terminales que sustituirá cuentan con una capacidad de 8 millones de viajeros, con 20 aerolíneas y 65 kilómetros cuadrados. Tras una inversión total de 9.000 millones de euros, pasará a contar con una capacidad de 23 millones de pasajeros y 223 kilómetros cuadrados, de los que 16 kilómetros corresponderán a la zona de tiendas y ocio.
El socio de Ferrovial es Carlyle, que cuenta con el restante 4% de la sociedad que controla el 51%, y en el proyecto también están JLC y Ullico, con el 30% y 19% del total, respectivamente. Ferrovial formaría parte de los socios financieros, mientras que Aecom y Gensher de la parte del diseño y construcción.
En cualquier caso, el cierre de la operación está sujeto a determinadas condiciones suspensivas, incluyendo la aprobación de las autoridades portuarias encargadas del transporte público del Estado de Nueva York.