Advierte de que se reducirá “sensiblemente la actividad productiva”
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) ha advertido de que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta 1.082 euros que anunció ayer el presidente del Gobierno impactará “negativamente” sobre la sostenibilidad económica y social de las explotaciones hortofrutícolas, según informa en un comunicado.
En concreto, el sector ha lamentado que el Ejecutivo no haya tenido en cuenta la realidad de los sectores más afectados, como el hortofrutícola, en el que la mano de obra supone hasta el 45% de los costes de producción y dañará la sostenibilidad social y económica de las explotaciones de este sector, ante la imposibilidad de trasladar este incremento a los precios de venta y ante la fuerte competencia de países competidores extracomunitarios, con costes laborales por horamuy inferiores.
La nueva subida del SMI para este año, unida al incremento de las cotizaciones sociales tendrá un impacto “muy negativo” sobre muchos cultivos y también sobre el empleo del sector, ya que los aumentos acumulados desde 2017, y que han supuesto ya una subida de más del 41%, ha provocado una subida de costes salariales, lo que unido alincremento del resto de costes de producción hace que las empresas se enfrenten a una situación difícil de asumir para mantener su viabilidad económica, al no ser posible en muchos casos trasladarlos a los precios de venta.
De esta forma, Fepex considera que el sector productor exportador de frutas y hortalizas va a “reducir sensiblemente la actividad productiva”, ya que no existe margen para incorporar el incremento de costes derivados, entre otros, de los fertilizantes, losfitosanitarios, los envases y embalajes, el impuesto sobre el plástico, las semillas, la energía y el transporte, provocando una fuerte destrucción de empleo en los cultivos más intensivos en mano de obra.
El sector ha precisado que tiene una posición favorable a mejorar lossalarios de los trabajadores de forma gradual, pero vinculada a una reducción de las cotizaciones por contingencias comunes de la Seguridad Social, como así trasladó la CEOE en su momento y acompasada por una mejora de la productividad para que no provoque una reducción de empleo y una fuerte pérdida de competitividad internacional.