Consideran “extremadamente difícil” que el recibo de la luz de 2021 pueda estar en línea con el de 2018
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y el Consejo General de Economistas de España (CGE) han considerado que será necesario ampliar, “al menos” en la primera mitad de 2022, la batería de recortes temporales en los impuestos y en los cargos adoptados por el Gobierno desde el pasado verano sobre la factura de la luz, ante una previsión de precios altos de la electricidad para el próximo año.
En una rueda de prensa, expertos del ‘think tank’ impulsado por las principales empresas del Ibex 35 vaticinaron que en los tres primeros meses de 2022 se mantendrá unos precios de la electricidad “especialmente” altos, en línea con los actuales que superan los 200 euros por megavatio hora (MWh), y que solo a partir del segundo trimestre, debido a la relajación en el precio del gas natural, se verá una caída en los precios de la luz, aunque a un entorno de los 100 euros/MWh, casi todavía doblando la media de los últimos años de unos 50 euros/MWh.
En este sentido, Diego Rodríguez, catedrático de la UCM, investigador de Fedea y experto en la regulación de la electricidad en España, consideró que aunque “las perspectivas de medio y largo plazo son de una reducción de los precios de la electricidad, el corto plazo va a seguir caracterizado por precios altos, especialmente hasta el segundo trimestre del próximo año”.
Así, Rodríguez defendió implementar otras medidas paliativas para intentar atenuar la actual subida de tarifas, especialmente las de índole tributario como, por ejemplo, eliminar el impuesto sobre la generación de electricidad del 7% de forma definitiva o mantenerse al mínimo del 0,5% el impuesto especial sobre la electricidad, medidas aprobadas en un principio por el Gobierno hasta este 31 de diciembre.
En el caso del IVA en la factura de la luz, recortado del 21% al 10% también hasta final de año, Rodríguez afirmó que no debería haber tipos de IVA diferenciados entre productos energéticos.
También apostó por modificar el sistema de retribución regulada que se aplica a ciertas renovables -las del denominado Recore- para evitar que se acumule una sobrerretribución que después habrá que devolver y utilizar al máximo los ingresos de los derechos de emisión de CO2, que este año ascenderán a unos 2.000 millones de euros.
NUEVO DÉFICIT PARA EL SISTEMA ELÉCTRICO EN 2021.
A este respecto, indicó que esta medida permitirá mantener la actual rebaja de un 96% en los cargos de la factura que está vigente hasta el próximo 31 de diciembre y que, vaticinó, llevará al sistema eléctrico a registrar de nuevo déficit de tarifa este año.
Además, a más largo plazo, los expertos vieron necesario abordarse una reforma global de la fiscalidad medioambiental que contribuya a acelerar el proceso de descarbonización y a repartir sus costes de forma más equitativa.
Así, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, pidió para llevarla a cabo, “empezar por acometer con urgencia la reforma de la financiación autonómica, ya que, de no hacerse, será muy difícil hacer un desarrollo ordenado de la capacidad normativa en materia impositiva de las CCAA, que en algunos tributos, como los medioambientales, resulta farragosa y extremadamente compleja”.
Por otra parte, Rodríguez vio “extremadamente difícil” que el recibo de la luz de 2021 pueda estar en línea con el de 2018 -descontado el IPC-, que ya fue el más alto de los último 20 años, tal y como se ha comprometido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “ya que es una simple cuestión de aritmética”, aseveró.
Así, aseguró que ya se han adoptado todas las medidas posibles con los recortes de los cargos y los impuestos de la factura y la medida final de la factura apunta a que estará “claramente” por encima de la de 2018, aunque indicó que habrá luego que ver qué tipo de consumidor medio es el utilizado para los cálculos.
HUIR DE SOLUCIONES “POCO MEDITADAS”.
En cuanto a la formación de los precios de la electricidad en España, el experto pidió huir de soluciones “poco meditadas, no dialogadas ni informadas” por los organismos de control habituales, ya que “el conjunto de herramientas disponibles está marcado por la Unión Europea, que ya ha indicado recientemente los efectos contraproducentes que pueden tener políticas poco reflexionadas de vuelta a un sistema de precios regulados mayoristas”.
En este sentido, el director de Fedea, Ángel de la Fuente, destacó la importancia de no precipitarse sobre las medidas de corto plazo a adoptar. “La experiencia reciente muestra que medidas improvisadas y poco pensadas pueden tener efectos negativos no esperados. Una actuación precipitada puede terminar distorsionando las señales de precios e incentivos que son básicas para estimular el cambio de modelo energético a medio y largo plazo”, dijo.