La empresa presentó el 1 de septiembre la declaración al preconcurso de acreedores
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Ezentis ha cerrado el primer semestre del año con pérdidas netas de 51,6 millones de euros, cuatro veces más que los 11,3 millones de euros que perdió en el mismo periodo del año anterior, según ha notificado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma ha achacado este resultado a la caída del 18,2% de los ingresos con respecto a la primera mitad de 2021, hasta los 154,9 millones de euros, como consecuencia del cese de actividad en Chile y Perú y a la menor actividad de clientes relevantes y la discontinuidad de contratos no rentables.
Además también ha resaltado otros factores como la baja de activos por impuesto diferido por importe de 6,8 millones de euros y el registro de deterioros de activos tales como fondos de comercio, activos intangibles y otros por importe de 27,2 millones de euros, principalmente en los negocios de Alemania y Brasil.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue negativo en 7,4 millones de euros, frente a los beneficios de 2,3 millones de euros.
La cartera comercial del grupo asciende a 472,2 millones de euros, lo que supone 1,7 veces los ingresos del ejercicio, con una contratación de 283,3 millones de euros. La compañía afirma que la cifra de cartera “supone un indicador muy positivo de la futura evolución del grupo”, por lo que está centrada “en llevar adelante el plan de viabilidad que pueda garantizar su futuro”, habiendo recibido apoyo “tanto por parte de su principal cliente como de las entidades financieras”.
La compañía presentó el pasado 1 de septiembre declaración de preconcurso de acreedores en su matriz y las filiales españolas, con el fin de obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio o para alcanzar un acuerdo de refinanciación que reúna los requisitos establecidos en la ley concursal. La compañía se declaró en un contexto de riesgo de “insolvencia inminente” en tesorería por la deuda superior a 150 millones de euros.
Entre las entidades acreedoras se encuentran los fondos Arcano y Muzinich, así como un grupo de bancos formado por BBVA, Banco Pichincha, Banco Santander, CaixaBank y EBN.