Díaz afirma que es la “primera” de esta índole y que se dirigirán a la OIT y Naciones Unidas para que se unan
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha lanzado junto a otras ministras de Trabajo latinoamericanas una carta global de Derechos Laborales, la primera de está índole, para avanzar hacia una Internacional Laborista con la que abordar el trabajo de una manera inclusiva en cuestiones de género, de trabajo digno y medioambientales.
La carta ha sido presentada junto a la ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, Raquel Kismer de Olmos; la ministra del Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez Ríos y la secretaria de Trabajo y Seguridad Social de Honduras, Sarahí Cerna, cuatro países con los que se tiene en común que se han tomado medidas para avanzar hacia una Iberoamérica “más integrada, más social, más verde, más feminista y más democrática en el trabajo”, según Díaz.
“Los retos del mundo actual hacen necesaria una nueva internacional laborista, con los países de Iberoamérica al frente, que ponga el acento en las políticas de igualdad y diversidad o en una digitalización con derechos”, ha defendido.
Asimismo, ha señalado la “rareza” de que ni la Organización Internacional de Trabajo (OIT) ni Naciones Unidas hayan desarrollado un marco de derechos laborales a nivel internacional como el que se recoge en esta carta, por lo que ha asegurado que se dirigirán a estas organizaciones para conseguir que susciten un marco que garantice los derechos en materia laboral a lo largo del mundo.
NEGOCIACIÓN COLECTIVA VERDE
Díaz ha aprovechado el encuentro para recalcar que la presidencia española del Consejo de la Unión Europea (UE) girará entorno al despliegue de la negociación colectiva verde, donde las cuestiones medioambientales serán “fundamentales” a la hora de negociar con empresas en temas relacionados con, por ejemplo, los tiempos de trabajo, a fin de hacer frente a la emergencia climática sin menoscabar derechos para las personas trabajadoras.
“Hemos hecho frente a la peor pandemia en un siglo, hemos hecho frente a las consecuencias de la Guerra de Ucrania y lo vamos a hacer contra la crisis climática”, ha enfatizado la ministra de Trabajo española.
ECONOMÍA DE CUIDADOS
Todos las ministras han coincidido en la importancia de desarrollar políticas relacionadas con la economía de cuidados, un sector que se encuentra “muy desprotegido”.
Así, la ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, Raquel Kismer de Olmos, ha apuntado que el país del cono sur ha “avanzado” en las desigualdades relacionadas con el sector de economía de cuidados, donde se ha creado un marco para proteger al colectivo de trabajadores de casas particulares.
Al respecto, la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez Ríos, ha señalado que la reforma laboral desarrollada por el gobierno de Gustavo Petro ha reconocido la economía de cuidados y el sistema nacional del cuidado, un sector que supone el 19,8% del producto interior bruto nacional de Colombia.
Por su parte, la secretaria del Trabajo y Seguridad Social de Honduras, Sarahí Cerna, ha hecho énfasis en la importancia de involucrar a la mujer en el trabajo y erradicar los estereotipos que existen en la etapa formativa al generalizar la idea de que “una mujer y un hombre no pueden hacer lo mismo”.
TECNOLOGÍA E IA
En lo que se refiere a Inteligencia Artificial (IA), la ministra Díaz ha recalcado la importancia de que exista un debate sobre el uso de los datos por parte de las empresas, donde la “opacidad” de los mismos hace que muchas empresas no sepan “el sesgo que estas herramientas están provocando”.
La política española ha afirmado que el progreso tecnológico puede ser un “arma de doble filo” si acaba fomentando brechas, discriminaciones o desigualdades, por lo que ha defendido la adopción de medidas regulatorias que no “precaricen a las personas trabajadoras”, para lo que ha puesto de ejemplo la ‘Ley Rider’, que presume la existencia de un vínculo laboral entre las personas dedicadas al reparto y las plataformas digitales que las emplean.
“La inteligencia artificial y los algoritmos tienen que estar al servicio de las personas trabajadoras y, en definitiva, la tecnología debe ser una herramienta en manos de las personas y no al revés”, ha insistido Díaz.