Estaría localizado en Andalucía y Galicia y el Gobierno no descarta participar como inversor en el proyecto
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ha firmado un protocolo de colaboración con el gigante danés del transporte marítimo Maersk para impulsar la producción de hidrógeno verde y biocombustible para el sector marítimo en España, con un ‘megaproyecto’ para hacer del país un ‘hub’ mundial, cuya inversión, con la participación de socios privados, puede ascender a unos 10.000 millones de euros, según estimaron en fuentes gubernamentales.
El acuerdo ha sido tratado este jueves en una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el consejero delegado del Grupo A.P. MollerMaersk, Soren Skou, y diferentes altos directivos.
Durante el encuentro, han analizado el papel de España, dentro del proyecto global de producción de combustibles verdes de la mayor naviera del mundo, después de haber sido elegido como uno de los países clave en sus planes de descarbonización.
En la reunión, han acompañado al jefe del Ejecutivo, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el secretario general de Asuntos Económicos y G20, Manuel de la Rocha.
En concreto, el desarrollo de este proyecto sería en dos zonas portuarias de Andalucía y Galicia –aún por determinar–, ya que reunirían las condiciones para acoger dos plantas para la producción de combustibles verdes y se presentan como estratégicas para el desarrollo de una red mundial para impulsar la producción de combustibles sostenibles para el transporte marítimo.
DOS MILLONES DE TONELADAS PARA 2030
El objetivo de la compañía danesa pasaría por alcanzar una producción de dos millones de toneladas de metanol verde para el transporte marítimo en 2030. El desarrollo sería en tres fases, en una primera, hasta 2025, se alcanzarían las 200.000 toneladas, para incrementarla hasta el millón de toneladas en 2027 y en 2030 estar ya produciendo esos dos millones de toneladas de metanol verde.
El proyecto abarcaría toda la cadena de valor, desde la producción de energía renovable hasta el ‘bunkering’. Además, la intención de la naviera es crear un ecosistema de hidrógeno verde completo, junto con las universidades, las empresas locales y otros socios.
El presidente del Gobierno destacó que este proyecto “se alinea perfectamente con la estrategia de España de reindustrialización, de transición energética justa y a la hoja de ruta del hidrógenoverde, avanzando en el cumplimiento del compromiso común de descarbonización de la Unión Europea”.
El Ejecutivo lleva meses trabajando con la multinacional para sentar las bases de este proyecto. “Además, reforzará los lazos económicos, políticos y comerciales con Dinamarca, como tuve ocasión de conversar en la reciente visita de la primera ministra, Mette Frederiksen”, añadió Sánchez.
GENERAR 85.000 EMPLEOS
El Gobierno no descarta entrar como inversor estratégico en el proyecto, que se prevé que pueda generar unos 85.000 empleos –entre directos e indirectos y en la fase de construcción–, según añadieron las mismas fuentes gubernamentales, que consideraron que se trata de “un proyecto estratégico de país”, ya que puede anticipar una reconfiguración de las rutas marítimas con las zonas donde va a estar localizado el suministro de estos biocombustibles.
Asimismo, indicaron que los gobiernos regionales de Andalucía y de Galicia ya conocen las intenciones de Maersk y que se trata de un proyecto que “si no tiene implicación de las comunidades autónomas es imposible que salga”. “Se tiene su respaldo, es un trabajo que se lleva haciendo desde hace tiempo”, añadieron.
Además de la posibilidad del Gobierno de entrar como inversor, el proyecto también aspirará a los fondos europeos existentes para impulsar el hidrógeno verde.
Las partes han llevado a cabo un estudio preliminar sobre la competitividad del proyecto y trabajarán ahora en un informe definitivo, con el objetivo de que a mediados del año que viene ya pueda impulsarse su desarrollo.
En un principio se desarrollaría una de las localizaciones previstas para el proyecto y posteriormente la otra, con vistas a futuro a determinar como evoluciona el campo de los biocombustibles, con el metanol verde y el amoníaco como dos grandes apuestas.
4.000 MW DE RENOVABLES
Para ello, Maersk impulsaría parques solares y eólicos para contar con una capacidad de unos 4.000 megavatios (MW) en el país, algunos promovidos por la propia compañía y otros mediante contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPAs, por sus siglas en inglés), para un total de entre unos 20 y 80 proyectos renovables.
De esta manera, España se convertiría en uno de los grandes ‘hubs’ que Maersk pretende impulsar en el mundo para producir este biocombutibles necesario para afrontar la descarbonización de su negocio de transporte marítimo. El pasado mes de marzo, el grupo ya anunció un acuerdo en los mismos términos con Egipto.
El impulso de Maersk de estos ‘hubs’ para escalar la producción de biocombustibles en el mundo se enmarca en su estrategia para alcanzar el metanol verde necesario por el grupo para sus propia cartera de buques. De hecho, la compañía, que aspira a descarbonizar todas sus operaciones antes de 2040, ha encargado ya en torno a una veintena buques de gran tamaño con motores capaces de operar con metanol verde, que prevé que estén operativos ya a partir de 2024.
En este mismo sentido, Maersk tiene ya también establecidas alianzas estratégicas con unas siete empresas líderes, como Orsted, WasteFuel, Proman o European Energy, entre otras, con el objetivo de obtener las toneladas anuales necesarios de este combustible para finales de 2025.
Tanto el metanol verde como el amoníaco se presentan como las dos soluciones de futuro como combustible sostenible para segmentos como el marítimo, donde ya se están fabricando motores que necesitan ese combustible.