Un año como socio de Moderna le ha valido a Rovi para impulsar sus ganancias un 151%, hasta los 153,1 millones de euros, gracias a la fortaleza del negocio de fabricación a terceros. En palabras de su Vicepresidente y Director financiero de Laboratorios, Javier López-Belmonte, “2021 ha sido un año histórico” y ese empuje le permite elevar el dividendo a 0,9556 euros por acción.
Lo que Rovi quiere decir a sus accionistas e inversores, y en general al mercado, es que “va a seguir creciendo”, especialmente tras revalidar el acuerdo con Moderna y extenderlo a los próximos 10 años. La farmacéutica revisa al alza sus previsiones para 2022 y espera que su facturación crezca entre el 15% y el 20%, con el negocio de fabricación a terceros incrementándose entre un 30% y un 40%. Sumado a las ventas de la división de heparinas y al fármaco Okedi, recientemente aprobado en Europa para la esquizofrenia, López-Belmonte dibuja las tres principales palancas de crecimiento.
Rovi espera que la FDA estadounidense pueda avanzar en el primer semestre para que Okedi pueda llegar pronto también al mercado norteamericano. “Esperamos que posiblemente para el tercer trimestre podamos tener la aprobación”, explica el directivo.
Después de que el laboratorio madrileño firma un acuerdo con la ‘biotec’ estadounidense para fabricar fármacos con ARN mensajero durante la próxima década, López-Belmonte reconoce que este podría ser solo el principio: “Sin duda el acuerdo con moderna abre las puertas a acuerdos con otras farmaceúticas, es un salto para Rovi”. Sin embargo, la cifra de inversiones para ampliar la capacidad de las plantas de Rovi sigue siendo un misterio, unos detalles que podríamos conocer en el primer trimestre del año.
La compañía ha celebrado estas perspectivas con alzas del 3,43% al cierre, hasta los 72,4 euros el título. El año ha ido bien para la última incorporación al Ibex 35 y las perspectivas siguen siendo buenas. Su Vicepresidente se las promete: “2022 puede ser otro año extraordinario para Rovi, esperamos que sea otro año récord”. Más allá de sus fundamentales, el sector tiene cierto carácter defensivo y eso le hace atractivo en momentos de vaivenes. “Estamos menos afectados por los ciclos macroeconómicos y aunque lógicamente los riesgos geopolíticos nos afecten, tarde o temprano acaba reflejando el rendimiento de la compañía”, concluye López-Belmonte.