BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, ha asegurado este jueves en el Parlamento Europeo que la institución podría frenar el pago de un dividendo “excesivo” planeado por un banco si éste supusiera un peligro para la “trayectoria de capital” de la entidad o amenazase su capacidad de cubrir posibles pérdidas.
“Si algunos bancos planearan un dividendo excesivo que pudiese afectar a su trayectoria de capital y capacidad de cubrir NPL (préstamos dudosos) y problemas de calidad de activos, podríamos entrar en conversaciones serias con estos bancos y pedir cambiar los planes de distribución”, ha afirmado ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios.
Enria ha subrayado que la prohibición de pago de dividendos, levantada a finales de julio con efecto desde octubre, ha sido “efectiva” y el BCE está “contento con el resultado” de esta decisión. No obstante, ha señalado que, dada la mejora de las condiciones económicas en los últimos meses, “era difícil mantener esta recomendación más tiempo”.
En cualquier caso, el italiano ha remarcado que el BCE tiene competencias para “intervenir banco a banco” y, en consecuencia, podría “evitar que bancos individuales hagan repartos” si el Consejo de Supervisión del BCE tiene “dudas al respecto”.
A pesar de esto, preguntado por la posibilidad de dar al instituto emisor la capacidad de prohibir el reparto de dividendos y no únicamente emitir recomendaciones a todo el sector, Enria ha dicho no estar “convencido” de que el BCE necesite estos poderes. “Nos convertiría en la única jurisdicción con este poder y creo que puede asustar a los inversores”, ha argumentado.
“La recomendación ha sido efectiva, todas las entidades significativas la han respectado y estamos contentos con el resultado. Si tuviéramos casos específicos, disponemos de herramientas para intervenir”, ha repetido.
PRONTO PARA CANTAR VICTORIA
Durante su intervención ante la comisión económica de la Eurocámara, el presidente del Consejo de Supervisión del BCE ha celebrado que la eurozona esté pasando “de una fase de pandemia a algo que parece un rápido proceso de recuperación económica”. Sin embargo, ha advertido de que los riesgos todavía requieren “cierta prudencia”: “Es demasiado pronto para cantar victoria”.
Los bancos europeos han demostrado su “resiliencia” durante los 18 meses de pandemia porque “están mejor capitalizados, menos apalancados y con más liquidez que hace una década”, ha explicado.
Sin embargo, el italiano ha señalado que todavía hay que garantizar que la Unión Bancaria es “adecuada para futuras tormentas”. Para eso, los bancos “tienen que prepararse para los cambios fundamentales que plantean la digitalización y el cambio climático”, mientras que los supervisores deben “seguir vigilando el impacto de la pandemia en la calidad de los activos y otros riesgos emergentes”.
En este sentido, Enria ha apuntado que “la calidad de los activos parece estar deteriorándose” a pesar de que las cifras de préstamos dudosos “todavía parecen ser favorables”. Del mismo modo, el Consejo de Supervisión del BCE ha detectado mayores “vulnerabilidades” en el sector inmobiliario de algunos Estados miembros.
De hecho, el italiano ha recordado que las quiebras repuntaron en el primer trimestre del año, aunque permanecen en niveles inferiores a la etapa anterior a la pandemia. A pesar de ello, ha sugerido que las proyecciones de los bancos sobre NPL “pueden ser optimistas demasiado optimistas” y por eso deben ser “prudentes” al liberar sus provisiones.