Enagás y Satlantis están realizando los test de calibración de ópticas de alta precisión, que se insertarán en una constelación de microsatélites espaciales, denominados con el acrónimo GEISAT (Gases de Efecto Invernadero), para detectar y cuantificar emisiones de metano en la Tierra.
En concreto, estas pruebas, que se ejecutan mediante la simulación de emisiones en caudales controlados, servirán de apoyo en el avance tecnológico que contribuye a alcanzar los objetivos de descarbonización y transición energética.
Los ensayos se realizan en el banco de ensayos del Centro de Metrología e Innovación de Enagás y utilizan tecnología de Satlantis, compañía vasca de observación de la Tierra por microsatélites, participada por el gestor de la red gasista.
Durante las pruebas, profesionales de Enagás cualificados en el manejo de instrumentos para detectar y medir emisiones de metano, monitorizan los resultados con las tecnologías que el grupo utiliza durante sus campañas LDAR (‘Leak Detection and Repair’).
Enagás, a través de su filial Enagás Emprende, participó el pasado mes de abril en una ampliación de capital de 14 millones de euros en Satlantis.
Como parte de esta alianza estratégica, ambos grupos poseen un acuerdo de colaboración técnica, que tiene como uno de sus principales objetivos la calibración de la óptica que Satlantis ha desarrollado y que permitirá detectar y medir emisiones desde el espacio.
Hasta el momento, ningún satélite ha conseguido ofrecer estos servicios con la precisión que ofrecerá esta tecnología. En esta línea, esta iniciativa cuenta con el reconocimiento de la Comisión Europea a través de su programa Copérnico de observación de la Tierra.
El grupo presidido por Antonio Llardén, que ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero un 63,2% entre 2014 y 2020 y ha anunciado su compromiso de ser neutra en carbono a 2040, cuenta en su Centro de Metrología e Innovación de Zaragoza con un banco de ensayos de emisiones de metano y mezclas de metano-hidrógeno, que permite verificar y hacer pruebas con diferentes tecnologías.
Esta instrumentación ya se utilizó en 2019 para llevar a cabo un proyecto pionero a nivel Europeo del GERG (The European Gas Research Group).