MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Elecnor registró un beneficio neto consolidado de 21,5 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que supone una mejora del 3,5% respecto a los 20,8 millones del mismo periodo del año anterior.
La compañía ha achacado este crecimiento al buen comportamiento tanto del negocio de Servicios y Proyectos como del negocio Concesional, actividades que se complementan y fortalecen mutuamente.
Entre enero y marzo, las ventas consolidadas alcanzaban los 526,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 8,3% con relación al año precedente.
Del total de ingresos, el mercado interior supone un 53% y el resto, un 47%, se genera a nivel internacional.
Con relación a la cartera de contratos firmados pendientes de ejecutar, y cuya ejecución está prevista en los próximos doce meses, a 31 de marzo de 2021 asciende a 2.509 millones de euros frente a los 2.273 millones al cierre del pasado año.
De esta cifra, un 73% corresponde al mercado internacional y un 27% al mercado nacional.
De cara al cierre del año 2021, Elecnor, apoyado en su “sólida” cartera de contratos y en la diversificación geográfica y de actividades de la compañía, confía en superar las magnitudes de ventas y resultados alcanzados en el ejercicio anterior.
La compañía estima que el impacto de la crisis provocada por la propagación del Covid-19, sobre los negocios, continúe siendo limitado como reflejan las cuentas del primer trimestre de 2021: en el negocio de Servicios y Proyectos por el carácter esencial de muchas de sus actividades y en el negocio Concesional por el carácter estratégico de los activos que se encuentran en operación.
La compañía ha explicado que los negocios del grupo continúan generando un “sólido” cash-flow operativo, lo que refuerza su situación financiera, y continúan su actividad productiva aplicando los protocolos desarrollados para combatir la expansión del Covid-19 y proteger la salud y la seguridad de los trabajadores.
Asimismo, está haciendo un especial seguimiento de todas las cuentas a cobrar de clientes y valores de producción en curso con el objetivo de tener monitorizado el riesgo de crédito.