El ecommerce será su principal fuente de ingresos, representando aproximadamente el 50% del valor total para 2030
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El valor del metaverso podría alcanzar los 5 billones de dólares en 2030 debido a las potenciales ventajas que cada vez más compañías de todos los sectores ven de este universo en el futuro, según un nuevo informe de la consultora internacional McKinsey & Company.
Según el informe ‘Value Creation in the Metaverse’ (Creación de valor en el Metaverso), el comercio electrónico será la principal fuente de ingresos del metaverso, representando aproximadamente el 50% del valor total para 2030 (2,6 billones de dólares) por delante del aprendizaje virtual (270.000 millones), la publicidad (206.000 millones), y los juegos (125.000 millones).
Por otro lado, el informe refleja que el 95% de los líderes empresariales prevén que el metaverso tendrá un impacto positivo en sus sectores en un periodo de entre 5 y 10 años, y el 31% asegura que el metaverso cambiará radicalmente la forma de comprender y desarrollar la actividad laboral.
Así, según el socio senior de McKinsey Eric Hazan, el metaverso representa un “punto de inflexión estratégico para las empresas” y una “oportunidad significativa para influir en la forma en la que vivimos, nos conectamos, aprendemos, innovamos y colaboramos”.
“Nuestra ambición es ayudar a los líderes de las empresas a comprender mejor su poder y potencial, identificar los imperativos estratégicos y actuar como una fuerza para su evolución”, ha asegurado Hazan.
La investigación, que extrae información de una encuesta realizada a más de 3.400 consumidores, ejecutivos y expertos en la materia en varios países, se ha llevado a cabo con la idea de analizar el potencial del metaverso como nueva disciplina en la que convergen el mundo físico y el digital, así como sus principales perspectivas de futuro.
UNA APUESTA POR EL FUTURO
La inversión total de los primeros meses de 2022 ha superado los 120.000 millones de dólares, dejando atrás los 57.000 millones que se destinaron a esta realidad alternativa a lo largo de todo el pasado año, un dato que, según McKinsey, sería indicativo de que esta nueva convergencia entre el mundo físico y digital se haya convertido en “una de las grandes apuestas por el futuro” debido al auge tecnológico y al cambio de hábitos por parte de los consumidores hacia aspectos cada vez más digitales.
En cuanto a los consumidores, el estudio revela que, de entre las más de 3.000 millones de personas en todo el mundo que ya tienen acceso a sus diferentes versiones del metaverso, el 59% prefieren al menos una experiencia en este, antes que su alternativa física.
En este sentido, el socio de McKinsey & Company Emilio Capela cree posible que el metaverso tenga “un gran impacto” en nuestras vidas comerciales y personales del mismo modo que lo hizo Internet, haciendo hincapié en el elemento “transformador” de esta realidad paralela que “nos ha colocado en la cúspide de la próxima ola de disrupción digital.
En esta línea, Capela ha explicado que, aunque la idea de conectarse virtualmente lleva décadas gestándose, “ahora es cada vez más real”, lo que significa que personas reales la utilizan y gastan dinero real, y que las empresas apuestan a lo grande.
No obstante, ha puntualizado que, si bien es cierto que la llegada de Internet provocó la desaparición de decenas de empresas, el concepto evolucionó “cada vez más rápido”, dando lugar a la realidad que hoy conocemos.
UNA ESTRATEGIA A LARGO PLAZO COMO GARANTÍA DE ADAPTACIÓN
Según Mckinsey, el metaverso ha brindado a las compañías de todos los sectores la oportunidad de sumarse a la digitalización a través de un “concepto innovador” que aprovecha las ventajas de la realidad virtual e inmersiva, entre otras, para crear un nuevo ecosistema digital.
Así pues, la consultora ha subrayado que para garantizar que la adaptación de estas empresas sea exitosa, estas deben desarrollar una estrategia a largo plazo, capaz de identificar las oportunidades y los riesgos propios de esta nueva realidad alternativa, así como decidir su posicionamiento en la curva de adopción del metaverso en base a sus clientes y definir de forma “clara” dónde y cómo conectar, estableciendo qué nuevas experiencias se van a adaptar al mundo virtual.