MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El Tesoro Público ha colocado este jueves 5.601,7 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones del Estado, algo por encima del rango medio previsto, y lo ha hecho pagando más a los inversores por el bono a 3 años y las obligaciones a 10 años.
La demanda conjunta de la subasta, con la que el Tesoro finaliza las emisiones del mes de marzo, ha superado los 9.679 millones de euros, casi el doble de lo adjudicado en los mercados, lo que demuestra el interés de los inversores por los títulos de deuda españoles.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 2.083,23 millones en el bono a tres años, frente a una demanda de más de 3.523 millones, y el interés marginal se ha colocado en el 0,349%, más elevado que el 0,092% ofrecido en la subasta previa.
Asimismo, ha adjudicado 1.028,75 millones en obligaciones del Estado con una vida residual de 6 años y 4 meses, frente a una demanda de 2.401,78 millones de euros, y la rentabilidad marginal se ha situado en el 0,770%.
Por último, el organismo público ha captado 2.489,72 millones en obligaciones del Estado a 10 años, frente a peticiones que alcanzaron los 3.754,72 millones de euros, situándose el interés marginal en el 1,313%, frente al 1,245% previo.
UN MES MARCADO POR LA PRIMERA REAPERTURA DEL BONO VERDE
Las emisiones de este mes de marzo han estado marcadas por la primera reapertura del ‘bono verde’ emitido el año pasado. En concreto, el jueves 3 de marzo el Tesoro colocó 5.618,9 millones de euros en bonos y obligaciones del Estado, de los que 1.001,7 millones corresponden al bono ‘verde’ a 20 años emitido el año pasado, de forma que la referencia con vencimiento en julio de 2042 alcanza un volumen en circulación de 6.002 millones de euros.
De acuerdo con la Estrategia, el Tesoro Público mantiene en 75.000 millones la previsión de emisión de deuda neta para 2022, prácticamente similar a la cifra de 2021 (75.138 millones), mientras que prevé que la emisión bruta se reduzca un 10% respecto al año pasado, hasta los 237.498 millones de euros.
Por su parte, se prevé una emisión bruta por parte del Tesoro Público de 237.500 millones de euros, lo que supone un descenso del 10% respecto a lo estimado para este año. Al igual que en los últimos años, el grueso de la emisión bruta prevista se concentrará en letras del Tesoro y en bonos y obligaciones del Estado.
Sin embargo, cabe destacar que en 2020 y 2021 las emisiones de valores del Tesoro se vieron complementadas con préstamos procedentes de la UE para ayudar al desempleo provocado por la pandemia a través del programa SURE (Support mitigating Unemployment Risks in Emergency). España ya ha recibido todos los préstamos disponibles en el marco de este instrumento, de manera que en 2022 no se recurrirá a este programa.
No obstante, el Gobierno precisa que desde 2021 España está recibiendo un elevado volumen de transferencias procedentes de los fondos de la UE para hacer frente a la reconstrucción tras la pandemia en el marco del programa ‘Next Generation EU’, ayudas que se utilizarán para el desarrollo de diversas medidas recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en los próximos años, no generando nuevo endeudamiento del Estado por su carácter no reembolsable.
Dentro de la estrategia de financiación del Tesoro en 2022, la emisión de ‘bonos verdes’ ha pasado a ser un “componente estructural” que continuará en los próximos años. Las emisiones de bonos verdes a lo largo de este año permitirán financiar programas de gasto verde elegibles incluidos en los Presupuestos Generales del Estado de los años 2020, 2021 y 2022, que ascienden a 11.612,44 millones de euros.
Los bonos verdes son títulos de deuda que se usan íntegramente en proyectos verdes que impactan de manera positiva en el medio ambiente, entre los que destacan la construcción de instalaciones renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio o una correcta gestión de residuos. El Tesoro prevé también lanzar este año nuevos bonos verdes.
De forma específica, se financiarán inversiones en la red de transporte ferroviario eléctrico, proyectos de I+D+i para la mitigación y adaptación al cambio climático, inversiones para la mejora en la gestión del agua o gastos destinados a la prevención de incendios y a la defensa de las especies autóctonas, entre otros.
El objetivo del departamento dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital es continuar con esta estrategia hasta alcanzar un volumen en circulación del bono verde similar al de otras referencias líquidas de la curva, en el entorno de los 15.000-20.000 millones de euros.