El salario emocional, aquellas acciones enfocadas al bienestar dentro del puesto de trabajo que no necesariamente implican un aumento de la retribución económica, son valoradas por el 70% de los trabajadores, según un estudio elaborado por la consultora Udemy.
“El salario emocional es un complemento al económico, nunca lo sustituirá y actúa como un conjunto de acciones suplementarias a las prestaciones monetarias que buscan incidir en el bienestar integral de los trabajadores. Sirve como factor de retención y posicionamiento de marca para aquellos candidatos interesados en trabajar en una compañía”, ha apuntado Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo profesional e instructora de Udemy.
Entre los cinco factores que forman parte del salario emocional se encuentran el sentido de propósito (“si una empresa es responsable con el medio ambiente y la diversidad, es más probable que sus trabajadores se sientan más comprometidos”, indican los autores del estudio), una perspectiva a medio plazo de que su trayectoria dentro de la empresa puede avanzar, flexibilidad laboral para conciliar trabajo y vida personal o familia, preocupación por el bienestar físico de los empleados o implicación en el desarrollo personal de los trabajadores.