El precio de la vivienda crece un 3% en el segundo trimestre pese a la caída de la compraventa, según Solvia

Las compraventas de vivienda alcanzaron las 151.983 entre abril y junio, un descenso del 5,6% intertrimestral y 7,3% interanual

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

El precio de la compra de vivienda creció entre abril y junio de 2023 un 3% en comparación con el trimestre anterior y un 1,1% en comparación en el mismo periodo del año anterior, según el estudio II Solvia Market View 2023 de Solvia.

La firma de servicios inmobiliarios para particulares explica que tras varios meses de desaceleración en las subidas, los precios de compraventa de vivienda retomaron su tendencia al alza en el segundo trimestre del año, aunque las transacciones registraron un nuevo descenso.

En concreto, de abril a junio se contabilizaron 151.983 compraventas, lo que supone un descenso del 5,6% frente al trimestre anterior, mientras que, con respecto al mismo periodo de 2022, el volumen de operaciones bajó un 7,3%.

En el caso de la vivienda nueva, se incrementaron un 3,1% frente al mismo periodo del año anterior, al contrario que las de vivienda usada, que cayeron un 9,4%.

La firma explica que pese al descenso en el número de transacciones, estas se mantuvieron en cotas elevadas, algo a lo que ha contribuido la compra de vivienda por parte de extranjeros. Concretamente, en el segundo trimestre, casi el 15% de las transacciones fueron realizadas por este colectivo, siendo un porcentaje que se acerca a niveles récord.

“Tal y como avanzamos desde Solvia, el ejercicio actual será de ‘estabilización’ para el sector del ‘Real Estate’. Factores como el incremento de los precios o el encarecimiento del dinero tienen su consecuencia lógica en un ajuste en el número de operaciones registradas”, afirma el director de Negocio de Solvia, Ernesto Ferrer-Bonsoms.

“Sin embargo, los niveles de actividad se mantienen elevados, situándose por encima de las cifras alcanzadas en los años previos a la pandemia. En este sentido, nuestra previsión es que el actual ejercicio cierre ligeramente por debajo de las 600.000 transacciones, frente a las más de 640.000 de 2022”, concluye Ferrer-Bonsoms.

Solvia también espera que el precio de los inmuebles residenciales consolide su crecimiento, y según sus previsiones, el año terminará con un aumento de entre el 1,5% y el 2,5% interanual.

NAVARRA, LA REGIÓN QUE MÁS CRECE; LA RIOJA, LA QUE MÁS CAE

La firma inmobiliaria indica que si bien el crecimiento es generalizado al cierre del primer semestre del año, algunas comunidades autónomas han mostrado descensos.

La Comunidad Foral de Navarra y el Principado de Asturias vieron los mayores aumentos de precio, con tasa que rozaron el 24% y 11%, respectivamente. Por el contrario, las únicas regiones en las que se registraron descensos fueron La Rioja, Cantabria y País Vasco.

A nivel provincial, 26 territorios registraron precios por encima de los 800 euros el metro cuadrado, pero en ningún caso alcanzaron los 1.500 euros el metro cuadrado. Asimismo, Guipúzcoa, Madrid y las Islas Baleares vieron los precios más elevados, con cifras superiores a los 3.200 euros el metro cuadrado, mientras que Ciudad Real y Cuenca no llegaron a los 700 euros el metro cuadrado.

MADRID DESBANCA A BARCELONA COMO LA SEGUNDA CIUDAD MÁS CARA DE ESPAÑA

En cuanto a las dos principales ciudades españolas, Madrid ha confirmado durante el segundo trimestre del año la tendencia que venía apuntando previamente y ha desbancado a Barcelona como la segunda ciudad más cara del país, solo por detrás de San Sebastián. Así, el precio medio de la vivienda en Madrid se situó en 3.645 euros el metro cuadrado, frente a los 3.619 euros de Barcelona.

Los precios aumentaron un 4,6% en Madrid y un 1,5% en Barcelona frente al mismo trimestre de 2022, mientras que las alzas respecto a los tres primeros meses de 2023 fueron un 2,2% y 1,1%, respectivamente.

LA CONTRATACIÓN DE HIPOTECAS CAE CASI UN 15%

En el segundo trimestre, la cifra de hipotecas sobre viviendas registradas se situó en 93.557, lo que supone un caída de casi el 15% en comparación a la obtenida entre enero y marzo y de algo más del 21% respecto al mismo periodo del año anterior, “poniendo de manifiesto el impacto que el aumento de los tipos de interés está teniendo en el mercado inmobiliario”.

“El aumento de los costes de financiación está dificultado el acceso a la propiedad de los inmuebles, dejando fuera de este mercado a determinados potenciales compradores que no tienen capacidad de afrontar este incremento”, afirma Ferrer-Bonsoms.

Asimismo, la cuota hipotecaria mensual media se situó en alrededor de 704 euros entre abril y junio, un 3% más que en el primer trimestre del año, y casi un 11% respecto al mismo lapso de 2022.

En cuanto a las clases de hipoteca, las de tipo fijo representaron alrededor del 63% de los nuevos préstamos hipotecarios en el trimestre, frente a poco más del 37% para las de tipo variable referenciadas al euríbor.

UN ALQUILER QUE ROZA LOS 12 EUROS POR METRO CUADRADO

El estudio, por último, señala que el precio del alquiler ha seguido con su avance en el segundo trimestre, hasta los 11,9 euros el metro cuadrado, un aumento del 2,6% frente a los tres meses anteriores y del 5,3% respecto al periodo comprendido entre abril y junio de 2022.

Islas Baleares fue la provincia más cara para el alquiler entre abril y junio, con 16,5 euros el metro cuadrado al mes, mientras que Barcelona, con unos precios de 16,2 euros el metro cuadrado al mes, se convirtió en la segunda zona más cara para arrendar vivienda, seguida de Madrid (15,5 euros).

Por contra, las rentas más baratas de España se registraron en Ciudad Real, Jaén, Cáceres, Lugo y Zamora, donde no alcanzaron el nivel de 6 euros el metro cuadrado al mes.

“Previsiblemente, el precio de las rentas seguirá al alza durante el resto de 2023 afectado por una escasa oferta que no tiene perspectiva de crecer a corto plazo, así como por una fuerte demanda de vivienda en alquiler, alimentada por el giro de los potenciales compradores hacia el alquiler debido al encarecimiento de las hipotecas, que dificulta el acceso a la adquisición de una propiedad”, concluye Solvia.