MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La economía de Canadá ha experimentado en el tercer trimestre del año un retroceso del 0,3% que contrasta con el avance de tres décimas de los tres meses anteriores, según ha informado este jueves Estadísticas de Canadá.
En términos anualizados, el PIB creció a un ritmo del 1,1% tras la disminución de las exportaciones y la ralentización de la acumulación de existencias que solo se vieron parcialmente compensadas por el aumento del gasto público y de la inversión en vivienda. La demanda agregada aumentó un 0,3%, tras un incremento similar en el segundo trimestre.
El gasto de los hogares se mantuvo sin cambios tras un segundo trimestre plano, a pesar de que los ingresos disponibles se anotaron un “incremento modesto” del 1%. Así, la adquisición de bienes duraderos aumentó un 1%, impulsada por los camiones, furgonetas y SUV nuevos (+1,9%), al remitir algunos de los problemas en las cadenas de suministro y los retrasos en la fabricación y reposición de existencias.
El mayor desembolso de los hogares en servicios (0,3%) se vio compensado en gran medida por la caída del gasto en bienes no duraderos (-0,4%) y semiduraderos (-2,8%).
De su lado, las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron un 1,3% en el tercer trimestre, tras aumentar un 1,3% en el segundo. La principal causa de este descenso fueron los productos energéticos refinados del petróleo, que cayeron un 25,4% en el tercer trimestre tras el alza previo del 23,9%.
Las importaciones de bienes y servicios bajaron un 0,2% en el tercer trimestre tras avanzar un 1,1% en el segundo. La disminución de las compras al exterior estuvo encabezada por la ropa, calzado y productos textiles, servicios de transporte y los equipos electrónicos y eléctricos. Estos descensos se vieron moderados por el aumento de las importaciones de vehículos y camiones ligeros, así como de servicios de viaje.
Por último, la remuneración de los asalariados subió un 1,3% nominal en el tercer trimestre de 2023, al aumentar los ingresos medios y el empleo. Los sueldos en los servicios se elevaron un 1,7%, mientras que los de las industrias de bienes se mantuvieron invariables.
Los sectores que más contribuyeron a dicha revalorización fueron los servicios profesionales y personales, los servicios sanitarios y la administración pública federal, incluido el Ejército.