MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Plan Estratégico de Enagás para el periodo 2022-30, que presentará el martes el consejero delegado de la compañía, Arturo Gonzalo Aizpiri, estará previsiblemente focalizado en la seguridad del suministro energético de España y Europa y en la contribución de la empresa al proceso de descarbonización, donde el hidrógeno verde “tendrá un papel clave”, según los analistas de Banco Sabadell.
En el ámbito de la seguridad de suministro, los inversores esperan que la compañía desvele si los proyectos de las interconexiones con otros países (Francia e Italia) son viables.
La compañía podría también concretar los objetivos de su división renovable. Los analistas del Sabadell creen que si Enagás aportara objetivos financieros concretos, estos deberían estar asociados a un mayor esfuerzo inversor.
En ese caso, la firma podría rebajar sus dividendos por acción hasta 2026 desde una rentabilidad del 8,6% actual estimada hasta el 5%, debido a su elevado endeudamiento (4,8 veces el ratio de deuda sobre el Ebitda de 2021 frente a 3,8 veces en el caso de Redeia), estiman los analistas.
Durante la presentación de resultados del primer trimestre, la compañía informó de que los flujos de caja generados presentaban “holgura suficiente” para asegurar el compromiso de su política de dividendo para el ejercicio 2022 de una retribución para sus accionistas de 1,72 euros por acción, un 1% más respecto al año pasado.
Enagás obtuvo un beneficio neto de 69,3 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una caída del 25,4% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. El grupo reiteró el objetivo establecido para el conjunto de 2022 de superar los 430 millones de euros una vez se incluyan las plusvalías derivadas del proceso de rotación de activos llevado a cabo por la compañía en los últimos meses.
Los analistas de Sabadell fijan un precio objetivo para las acciones de Enagás de 20,13 euros, con un potencial del 2,70%, y mantienen la recomendación de vender.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, advirtió el viernes de que no descarta que en las próximas semanas se produzca una “situación de máxima tensión” en los mercados de gas debido al cierre del gasoducto Nord Stream 1, por el que fluye esta materia prima desde Rusia hacia Alemania.
El próximo 11 de julio comenzarán las labores de mantenimiento habituales en esta infraestructura, que, en principio, debería permanecer cerrada tan solo durante unos diez días debido a estas tareas. Sin embargo, desde Alemania auguran que estos trabajos puedan convertirse en el prolegómeno de un corte definitivo del suministro de gas ruso hacia el país germano.
Preguntada acerca del impacto que tendría que finalmente se produjese ese corte definitivo del suministro, Ribera hizo hincapié en que seguramente se incrementarían los precios, por lo que ha vuelto a defender la posibilidad de que la Unión Europea (UE) realice compras conjuntas de esta materia prima.
Además, en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press recordó la capacidad de regasificación de España (cuenta con alrededor del 25% de las plantas de este tipo en Europa) y recalcó la posibilidad de tener que ayudar a otros países de la UE en caso de que lleguen a necesitar gas debido a un corte del suministro ruso.