MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El mercado de deuda fallida o de dudoso cobro (NPLs, por sus siglas en inglés) será uno de los más dinámicos en España este año y podría volver a consolidarse como “la clase de activo de preferencia en el capital privado inmobiliario”.
Así lo ha destacado José Masip, socio de la consultora Axis Corporate, que considera que una de las claves será “el nuevo apetito de los compradores” por este tipo de activo.
“En los primeros años, tras la crisis inmobiliaria, se vivieron ventas de porfolios de gran volumen, debido a la elevada ratio de NPLs de las entidades financieras. En los últimos meses, con ratios más cercanos a la media europea, se ha consolidado un cambio de tendencia hacia tickets de menor importe, debido a que no hay una urgencia de desinversión como en años previos. En este entorno, han surgido múltiples inversores, con diferentes requisitos de inversión, interesados en estos porfolios”, ha señalado Masip.
La firma de consultoría ha destacado que una de las principales características en el mercado español de NPLs es la operativa llevada a cabo, con la venta de carteras en lugar de operaciones bajo el esquema de titulación, como se ha hecho en Grecia o Italia.
De esta forma, la entidad eliminaba su posición y cedía todo el control al fondo adquiriente, lo que ha provocado “la disparidad a la hora de atraer algunos compradores, respecto de otros países europeos”.
“En las transacciones de porfolios se presentan dos tipologías de inversor que dependen, principalmente, del volumen de la misma. Adicionalmente, existen casos en los que los propios intermediarios, con contactos en tenedores, se interesan en un porfolio y, posteriormente, buscan un inversor para cerrar la transacción, aunque no es lo más habitual”, ha destacado Masip.
En cuanto a la nacionalidad de los inversores, el socio ha señalado que el peso de los fondos internacionales “sigue siendo el predominante”, al no existir en España ningún inversor institucional.
La preferencia o restricción a la hora de comprar activos parece “haberse estabilizado” entre los diferentes tipos de activos en función del colateral que aportan, especialmente en el caso de los ‘secured’, aquellos que poseen un bien real que garantiza en parte el pago de la deuda, y los ‘unsecured’, los que no tienen garantía real.
“Los inversores en el mercado de NPLs secured no suelen tener restricciones por tipología del activo inmobiliario que se encuentra como garantía, y en caso de presentar alguna limitación, suele ser a favor de los activos residenciales”, ha indicado Masip.
Por geografías de los colaterales que garantizan los préstamos, dos tercios del total se ubican en cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, mientras que en relación con zonas en las que se sitúan los inmuebles, los porfolios suelen estar compuestos por un 75% de activos en las llamadas zonas de clase B y C, de menor calificación por la caída de precio.