El Kremlin concluye con una evaluación sombría las conversaciones de seguridad de Rusia con Estados Unidos y la OTAN esta semana. Asegura que han sido infructuosas, con desacuerdos en temas fundamentales. Mientras Polonia advierte que Europa puede correr el riesgo de entrar en una guerra.
El portavoz ruso, Dmitry Peskov, reconoce que las rondas de conversaciones han producido algunos “matices positivos”. Las conversaciones, que se han trasladado a Viena para una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, se han centrado en una serie de demandas de seguridad que Moscú ha hecho a Occidente, mientras acumula fuerzas cerca de Ucrania.
La legislación de sanciones propuesta, respaldada por la Casa Blanca, apuntaría a altos funcionarios del gobierno y militares rusos, incluido el presidente Vladimir Putin, e instituciones bancarias clave si Moscú se involucra en hostilidades contra Ucrania. Peskov advierte que imponer sanciones a Putin equivaldría a romper las relaciones entre Moscú y Washington.