MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La rentabilidad ofrecida a los inversores por el bono a diez años del Tesoro de Estados Unidos escalaba este lunes por encima del umbral del 5% por primera vez desde julio de 2007, antes del estallido de la gran crisis financiera, ante la perspectiva de un periodo prolongado de tipos de interés elevados.
De este modo, el interés del bono estadounidense a diez años llegaba a subir hasta el 5,025%, en máximos desde julio de 2007, mientras que la rentabilidad del bono a 30 años también superaba este lunes la barrera del 5%, regresando también a niveles del verano de 2007.
El presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, advertía la semana pasada de que el camino para devolver la inflación al objetivo del 2% probablemente “llevará un tiempo” y tendrá “baches”, porque la política monetaria aún no es lo suficientemente restrictiva y se corre el riesgo de que “hacer demasiado poco” pueda permitir que una inflación por encima del objetivo “se enquiste”, mientras que “hacer demasiado podría perjudicar innecesariamente a la economía”.
Asimismo, una serie de datos recientes han sugerido que la economía estadounidense goza de buena salud, a pesar del alza de los tipos de interés, después de que las ventas minoristas aumentasen un 0,7% en septiembre respecto al mes anterior, apenas una décima menos del alza de agosto, cumpliendo seis meses seguidos de expansión, mientras que la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de EE.UU. informó de que la tasa de inflación interanual repitió en septiembre el mismo alza de agosto, del 3,7%, cuando el consenso del mercado anticipaba un ligero alivio de la subida de los precios.
En este sentido, Bert Flossbach, cofundador de la gestora Flossbach von Storch, señalaba que los inversores empiezan a adaptarse a un periodo más largo de tipos de interés más altos, después de que, en sus últimas proyecciones, los miembros de la Junta de la Reserva Federal de EE.UU. esperen que los tipos de interés se mantengan por encima del 5% hasta finales de 2024.
“El supuesto subyacente es que el nivel de tipos de interés alcanzado ahora aún necesita tiempo para desarrollar su efecto ralentizador sobre la economía y la inflación. Esto apunta a un enfriamiento de la economía mundial, ya que se prevén efectos similares en Europa y la economía china también crece mucho más despacio. Además, el aumento de los tipos de interés reduce las posibilidades de gasto e inversión de los consumidores”, añadía.
Al otro lado del Atlántico, el mercado secundario de deuda también reflejaba en la sesión del lunes la presión sobre los bonos soberanos en el Viejo Continente a la expectativa de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del jueves.
De tal modo, la rentabilidad del ‘bund’, el bono alemán con vencimiento a diez años y de referencia para el resto de emisiones europeas, se aproximaba al umbral del 3% al alcanzar un máximo intradía del 2,960%.
Asimismo, en el caso del bono español a diez años, la rentabilidad seguía moviéndose al alza y se situaba por encima del 4%, mientras que en el caso de la deuda de Italia el rendimiento escalaba hasta el 4,936%.