MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, José Antonio Herce, aboga por implantar un sistema de cuentas nocionales para los trabajadores autónomos dadas las características especiales de este colectivo, tan diferente del de los asalariados.
El sistema de cuentas nocionales es un pilar público y de reparto, como el español, con la diferencia de que al trabajador se le reconocen derechos de pensión en una cuenta individual, en función de las cotizaciones realizadas, que se incrementan cada año con un tanto nocional de interés decidido por el Gobierno.
En el momento de la jubilación, para calcular la pensión anual, se divide el capital acumulado en la cuenta entre el número de años de esperanza de vida media de su cohorte generacional.
Herce, en declaraciones a Europa Press, cree que hay que “huir de la tiranía” de los regímenes uniformes y empezar a pensar en que los autónomos cuenten con un sistema de aportación definida, pero de reparto.
“(El sistema de cuentas nocionales) sería una revolución. Pero por qué no pensar a lo grande, si no para ahora, para los próximos años. Los autónomos son un colectivo tan especial, que tienen que ver muy claramente en su cartilla individual de la Seguridad Social, más aún que los asalariados, cuánto cotizan y lo que van a obtener a cambio de lo que cotizan”, explica Herce.
Así, subraya que si los trabajadores por cuenta propia supieran qué pensión obtendrían por sus cotizaciones, actualizadas por un tanto nocional, divididas por la esperanza de vida de su cohorte de edad, verían “clarísimamente” que si cotizan poco, su pensión será muy baja.
Por su parte, Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, explica a Europa Press que el sistema de cuentas nocionales o individuales lleva décadas funcionando en otros países, con Suecia como ejemplo más claro.
Doménech considera que este sistema resolvería muchos problemas, también para los autónomos, porque éstos podrían seguir eligiendo como hasta ahora su base de cotización, pero sin producirse “asimetrías” entre ellos y los asalariados. “Ambos recibirían exactamente lo mismo por cada euro cotizado. Yo creo que esta es la gran ventaja del sistema de cuentas nocionales o individuales”, apunta.
En su opinión, respecto a los planes de pensiones de empresa (segundo pilar), debe primarse la “portabilidad”, es decir, que con independencia de si un asalariado trabaja para una o varias empresas, tanto éstas como el trabajador puedan realizar aportaciones en esa cuenta individual y llevárselas consigo, incluso a países de la Unión Europea.
“Si queremos que este sistema mixto, con este sistema complementario de segundo y tercer pilar (planes individuales), funcione, lo que necesitamos es una neutralidad regulatoria y fiscal entre el segundo y el tercer pilar. Esto significa que a cualquier persona le debe ser completamente indiferente aportar un euro a un fondo de empresa (segundo pilar), con esa portabilidad asegurada, o a su fondo individual”, defiende Doménech.