En 2023, el primer año de aplicación de la reforma, la cuota oscilaría entre los 200 y los 400 euros
La cuota de los trabajadores autónomos oscilará entre un mínimo de 90 euros y un máximo de 1.220 euros al mes con el nuevo sistema de cotización por ingresos reales una vez finalizado el periodo de 9 años de despliegue total de la reforma en la que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está trabajando, según se recoge en la última propuesta enviada por el Gobierno a los agentes sociales a la que ha tenido acceso Europa Press.
No obstante, durante el primer año del periodo transitorio de aplicación de esta reforma (2023), se establecerá una cotización intermedia por tramos cuyo número se irá incrementando progresivamente para quienes más ganan.
Así, los autónomos que tengan unos rendimientos de 3.000 euros o menos tendrán una cuota de 200 euros al mes en 2023, primer año de aplicación del nuevo sistema, que será de 215 euros para quienes tengan ingresos que oscilen entre 3.000 euros y 6.000 euros, de 230 euros para quienes tengan unos ingresos superiores a 6.000 euros, pero inferiores a 9.000 euros, y de 245 euros para los que tengan unos ingresos de entre 9.000 y 12.600 euros.
El resto de cuotas será de 260 euros (de 12.600 a 17.000 euros de ingresos anuales), de 275 euros (de 17.000 euros a 22.000 euros), de 290 euros (de 22.000 a 27.000 euros), de 305 euros (de 27.000 a 32.000 euros), de 320 euros (de 32.000 a 37.000 euros), de 340 euros (de 37.000 a 42.000 euros), de 360 euros (42.000 a 47.000 euros), 380 euros (47.000 a 48.841 euros) y de 400 euros si se tienen unos rendimientos superiores a 48.841 euros anuales.
Una vez que finalice el periodo de despliegue de la reforma de 9 años, a partir de 2031 las cuotas correspondientes a cada uno de los trece tramos (con ajustes vinculados a la inflación) serán de 90 euros al mes para quienes ganen menos de 3.000 euros, de 120 euros para quienes ingresen de 3.000 a 6.000 euros netos al año, de 185 euros para los autónomos con rendimientos de entre 6.000 y 9.000 euros y de 235 euros para quienes ganen entre 9.000 y 12.600 euros al año.
La cuota será de 275 euros si se gana entre 12.600 y 17.000 euros, de 305 euros si los ingresos son de entre 17.000 y 22.000 euros, de 425 euros para rendimientos que oscilen entre los 22.000 y los 27.000 euros y de 545 para quienes ganen entre 27.000 y 32.000 euros al año.
Por su parte, quienes tengan rendimientos de entre 32.000 y 37.000 euros pagarán 670 euros de cuota. El resto de cuotas será de 800 euros al mes (37.000 a 42.000 euros), de 935 euros (42.000 a 47.000 euros), de 1.075 euros (47.000 a 48.841 euros) y de 1.220 euros mensuales para quienes ingresen más de 48.841 euros al año.
SE PODRÁ MODIFICAR SEIS VECES EN UN AÑO LA BASE ELEGIDA
Los autónomos podrán elegir provisionalmente su base de cotización entre trece en función de sus previsiones de rendimientos con la posibilidad de modificar su elección seis veces a lo largo del año para ajustarla a sus rendimientos.
Si existen diferencias una vez hecha la regularización anual, el trabajador deberá proceder a su ingreso en caso de haber cotizado menos de lo que le correspondía y podrá solicitar la devolución si la cotización realizada fue superior.
Además, el documento al que ha tenido acceso Europa Press dice que los autónomos que tengan rendimientos fiscales declarados inferiores a la base mínima de cotización vigente cotizarán por los mismos. “Sin perjuicio de ello, a efectos de la acción protectora se reconocerá la base mínima correspondiente durante un periodo máximo de dos años”, señala.
También destaca que los autónomos cuyos rendimientos fiscales derivados de la actividad por cuenta propia estén por encima de la actual base mínima de cotización del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) cotizarán por los mismos y que esta base mínima se equiparará progresivamente a la del Régimen General de la Seguridad Social.
Este sistema, que según anunció ayer el ministro, José Luis Escrivá, se recogerá en el primer paquete de reformas que el Ministerio prevé aprobar en breve, pero no se implantará hasta el 1 de enero de 2022 de forma gradual y no tendrá efectos económicos hasta 2023.
Escrivá remarcó ayer que el despliegue de esta medida será progresivo. De hecho, según el documento de la medida al que ha tenido acceso Europa Press, lo será hasta un máximo de nueve años, con revisiones periódicas cada tres años en las que el Gobierno, las organizaciones empresariales y sindicales, junto a las asociaciones de autónomos, podrán decidir si aceleran el calendario.
ATA Y UPTA RECHAZAN LA PROPUESTA
Tanto el presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, como el de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, han mostrado su malestar por no conocer esta propuesta de manera oficial.
En declaraciones a Europa Press, Amor ha negado que esto vaya a ser así porque “no está pactado”. De hecho, Amor ha señalado que tanto CEOE como ATA “no están de acuerdo” con esta propuesta. “Yo lo desconozco como presidente de ATA, porque a los autónomos no se le ha remitido, pero lo conozco como vicepresidente de CEOE”, ha explicado Amor.
El presidente de ATA ha señalado que este borrador se remitió con motivo de una reunión que había prevista para este lunes y que fue desconvocada dos horas después. “Mañana se reúne la comisión de Seguridad Social de CEOE y, en absoluto, está de acuerdo con este borrador que ha mandado el Gobierno”, ha dicho, tras apuntar que “en ningún caso se ha dialogado, negociado o puesto encima de la mesa en la que están las asociaciones de autónomos estas tablas”.
Por su parte, Abad ha criticado que “un tema tan importante para más de 3 millones de personas” no se haya tratado antes en las mesas de negociación abiertas.
Además, Abad cree que es “una barbaridad” que una persona que gane 3.000 euros netos al año tenga que pagar 200 euros al mes de cotización durante el primer año. “No vamos a permitir que una persona que está entre 3.000 y 6.000 euros tenga que pagar 2.580 euros al año en cuotas la Seguridad Social. Es una barbaridad”, ha apuntado.
También considera que “de ninguna de las maneras” puede hacerse una progresión de aplicación en un periodo de nueve años, porque “es excesivamente largo y no es lo tratado ni acordado con las organizaciones”.
“Como muchísimo, tiene que haber un periodo de adaptación de tres años y en el primer año de vigencia del sistema, no pueden estar haciendo un esfuerzo contributivo muy alto quienes ganan 3.000 euros netos al año”, ha añadido, tras pedir que en los tres primeros tramos (menos de 3.000 euros, entre 3.000 y 6.000 euros y entre 6.000 y 9.000 euros) entren directamente en vigor en el primer año de aplicación las cuotas que se recogen una vez finalice el periodo (entre 90 y 185 euros, respectivamente, para esos tramos).
Por último, ha pedido que la incorporación del resto se haga en un máximo de tres años y no en nueve. “Es un compromiso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se tiene que desarrollar en lo que queda de legislatura al 100%”, según Abad.