Trabajo dará un mes de plazo, hasta finales de marzo, para que las empresas con ERTE de pandemia se adapten al nuevo modelo
El Consejo de Ministros prevé aprobar previsiblemente el próximo martes la forma en la que se hará la transición de los actuales expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de pandemia a los ERTE estructurales que recoge la reforma laboral.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció el pasado viernes que se dará a las empresas un mes de plazo para que puedan transitar por esta “pasarela”. “Vamos a una situación de un mes de transición para que las empresas puedan cambiar el modelo y aplicar directamente la reforma laboral”, señaló Díaz.
La regulación actual de los ERTE-Covid finaliza el próximo 28 de febrero. Los agentes sociales se reunieron el pasado jueves con el Gobierno para abordar cómo se hará la transición desde dichos ERTE a los regulados en la reforma laboral y volverán a sentarse este lunes para intentar cerrar el tema.
La propuesta que el Gobierno puso sobre la mesa el pasado jueves pasa por no prorrogar la regulación de los ERTE de pandemia más allá del 28 de febrero y pasar a aplicar los de la reforma laboral. La idea no convenció a los sindicatos, que entienden que esta transición entre ERTE no puede realizarse de manera “precipitada”.
Tras escuchar a sindicatos y empresarios, Díaz avanzó que lo que se hará es dar un mes de plazo a las empresas para que puedan realizar esa transición, es decir, hasta prácticamente finales de marzo. La vicepresidenta entiende que es el momento de desplegar lo mecanismos que pactaron el Gobierno y los agentes sociales en la reforma laboral.
Esta norma contempla lo que se denomina ‘Mecanismo RED’, unos nuevos ERTE que permitirán reducir jornada y suspender el empleo de los trabajadores al estilo de los ERTE-Covid ante crisis cíclicas y sectoriales.
Lo que propuso Trabajo el jueves, según fuentes sindicales, es activar para las agencias de viajes el RED sectorial, cuyo objetivo es proporcionar apoyo a la recualificación de trabajadores de empresas y sectores en transición que requieren cambios permanentes. Los RED sectoriales deben ir acompañados de un plan de recualificación.
Para evitar el ajuste de empleo tradicional, la empresa puede activar este mecanismo durante un plazo máximo de un año (seis meses, con posibilidad de prorrogar seis meses más) y facilitar el paso de sus trabajadores a otra empresa mediante su recualificación. Para ello, además, la sociedad de destino accederá a una bonificación del 50% durante seis meses, según lo acordado en la reforma laboral.
Junto a ello, el Gobierno ha garantizado a los agentes sociales el mantenimiento del nivel de prestaciones a los ERTE por fuerza mayor que aún se mantengan después del 28 de febrero.
La vicepresidenta ha insistido en los últimos días que tanto los trabajadores como las empresas pueden estar “absolutamente tranquilos” ante la finalización de los ERTE-Covid. “Lo que vamos a hacer es un mecanismo de adaptación de los ERTE actuales hacia la reforma laboral. Transitaremos desde el modelo actual al ERTE estructural de la reforma”, explicó.
QUEDAN 104.000 TRABAJADORES EN ERTE
A mediados de este mes, la cifra de trabajadores en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se situaba en 104.363, cifra ligeramente inferior a los existentes a finales de enero (105.043), según los datos que facilitó el pasado viernes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Los ERTE de pandemia continúan concentrándose en determinados sectores, como las agencias de viajes (10,8% de sus afiliados en ERTE); transporte aéreo y servicios de alojamiento (8% en ambos casos); juegos de azar y casas de apuestas (6%); artes gráficas (4%); actividades artísticas (3%), y hostelería (2%).
En el caso de los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ERTE-ETOP), el número de afectados a 17 de febrero era de 13.644, frente a los 11.778 registrados a cierre de enero.
Además de la fuerza mayor clásica, la nueva regulación que introduce la reforma laboral incorpora, como causa específica del ERTE, el impedimento o las limitaciones a la actividad derivadas de decisiones gubernamentales.
La reducción de jornada de estos procesos será de entre un 10% y un 70% y durante el periodo de vigencia del ERTE, la empresa podrá afectar y desafectar personas trabajadoras, como en los ERTE ETOP, previa información a los sindicatos y comunicación a la Seguridad Social. Además, mantendrán las garantías en el empleo de los actuales ERTE-Covid.
En el caso de los ERTE ETOP, las exoneraciones empresariales serán del 20%, condicionadas a la realización de acciones formativas, y en el caso de los de fuerza mayor, del 90%. Estarán vinculadas al mantenimiento del empleo y las empresas verán aumentado el crédito disponible para la formación.
EL MECANISMO RED
Junto a ello, la reforma laboral acordada entre el Gobierno y los agentes sociales crea lo que se ha denominado como ‘Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización en el Empleo’, una herramienta que permitirá reducir jornada y suspender el empleo de los trabajadores al estilo de los ERTE de pandemia.
La reforma establece dos modalidades de ERTE RED: la cíclica, que proporcionará a las empresas un marco estable ante una caída transitoria o cíclica de su demanda por causas macroeconómicas, para evitar despidos inmediatos al ‘shock’, y la sectorial, que proporcionará apoyo a la recualificación de trabajadores de empresas y sectores en transición que requieren cambios permanentes. Ésta es la que se aplicará a las agencias de viajes.
En el caso de los RED cíclicos, las empresas podrán suspender a parte de sus trabajadores durante un plazo máximo de un año en lugar de despedirles. Durante ese periodo de suspensión se incentivará la formación de los trabajadores y se establecen exoneraciones en las cotizaciones a la Seguridad Social decrecientes en el tiempo.
Los trabajadores percibirán el 70% de la base reguladora durante todo el periodo en el que se encuentren en un proceso RED, hasta un máximo del 225% del Iprem. En ambas modalidades, se podrán acceder a exoneraciones a la Seguridad Social.
En concreto, en la modalidad cíclica, durante los primeros cuatro meses, las empresas tendrán una exoneración del 60%; entre el quinto y el octavo mes, del 30%, y a partir del noveno, del 20%. En la modalidad sectorial serán del 40%, condicionadas a la realización de actividades de formación.