MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez, ha asegurado que el Gobierno está “preparando proyectos” para apoyar infraestructuras como cables submarinos que mejores la conectividad digital de las Islas Canarias y Baleares.
Sánchez ha participado este martes en un coloquio en el Summit2022 DigitalEs con la doctora en Economía y gerente en Frontier Economics, Juana Santamaría, donde ha explicado que el Gobierno se plantea financiar proyectos como cables submarinos que conecten las islas entre sí.
El secretario de Estado ha explicado que la posición del Gobierno es la de “facilitador” con vistas a apoyar proyectos que conecten estos archipiélagos y no ser el propio Estado quien despliegue el cable.
De hecho, las palabras del alto cargo son una muestra del avance de una de las actuaciones contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que estipulaba una dotación de hasta 125 millones de euros para financiar hasta el 50% proyectos.
En el plan, se estima unos ocho proyectos de cables submarino intrainsular o dos o tres en el caso de que se tratara de conexiones entre las islas y la Península, si bien se matizaba que la forma o dimensión final de la inversión depende de que pueda superar las normativas de ayudas de estado de la Unión Europea.
En materia de cables submarinos, Sánchez también ha destacado que gracias a la nueva Ley General de Telecomunicaciones el Ejecutivo tendrá que ser informado por primera vez de que cables submarinos se amarran al territorio peninsular o las islas, ya que al ser un mercado liberalizado, la Unión Europea no permite requerir la ubicación y trazado exacto a las empresas.
Asimismo, ha celebrado la atracción de inversiones como los propios cables o los centros de datos al país, así como el progresivo cierre de la brecha digital.
El secretario de Estado ha remarcado el objetivo de que en 2025 todos los ciudadanos tenga al menos una conexión de 100 Mbps, aunque ha reconocido que, dada la orografía de España, cuántas menos unidades inmobiliarias queden sin cubrir, más complicado será cerrar completamente la brecha.