MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ha confirmado que está trabajando “a nivel técnico para explorar la viabilidad” de reducir los vuelos domésticos en rutas con alternativa ferroviaria con una duración inferior a las dos horas y media, al tiempo que ha admitido que en la actualidad no se diferencian las emisiones en función de la distancia que recorren los aviones, sino por su tipo de combustible.
La reducción de los vuelos cortos en favor de rutas ferroviarias es una iniciativa de Sumar que se incluyó en el pacto de coalición entre esta formación y el PSOE para ahorrar miles de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
El Ejecutivo, ya con plenas funciones, ha confirmado en una respuesta parlamentaria recogida por Europa Press que está trabajando “a nivel técnico” para explorar si es viable reducir los vuelos cortos en España.
El Ejecutivo explica que los gases de efecto invernadero emitidos por los aviones se miden en función de su combustible, pero no se hace ninguna diferencia por la duración del vuelo. Estas emisiones se recogen en el Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, bajo la autoridad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Las estimaciones que realiza el Sistema son las que se recogen en las obligaciones internacionales de reporte, que establecen formatos unificados que en el caso de los gases de efecto invernadero se recoge en las tablas CRF.
IMPULSO A COMBUSTIBLES SOSTENIBLES
En dichas tablas se reporta la contaminación de la aviación nacional en función del combustible, mientras que la internacional se estima y se reporta ‘pro memoria’, pero no se incluye en los totales nacionales. No obstante, en ninguno de los dos casos “se diferencian las emisiones según la distancia recorrida en los vuelos”.
En su respuesta parlamentaria a una batería de preguntas de la diputada de Sumar, Júlia Boada, el Ejecutivo indica que se sigue trabajando para el impulso a la producción y uso de combustible sostenibles de aviación (SAF), así como en la promoción de la mejora de los procedimientos operacionales de navegación aérea.
Asimismo, se sigue explorando el despliegue de incentivos para la retirada de los aviones más contaminantes, que suelen coincidir con los más ruidosos, o incluso la promoción de la transición de los aeropuertos hacia un modelo sostenible, aprovechando la energía fotovoltaica o la geotermal.