MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Gobierno del Reino Unido ha llegado a un acuerdo con los principales bancos y sociedades de crédito inmobiliario para ofrecer a los ciudadanos una serie de medidas de alivio y facilitar el pago de sus préstamos hipotecarios ante el creciente impacto de la subida de los tipos de interés, incluyendo la introducción de una moratoria de al menos 12 meses antes de llevar a cabo embargos por el impago de la hipoteca.
A la conclusión de la reunión mantenida este viernes en Downing con representantes del sector bancario, el ministro de Finanzas del Reino Unido, Jeremy Hunt, ha anunciado que había logrado acordar “tres cosas muy importantes”.
En primer lugar, el responsable del Tesoro británico ha explicado que “cualquier persona podrá hablar con su banco o su prestamista hipotecario sin impacto alguno en su historial crediticio”.
Asimismo, Hunt ha señalado que aquellas personas “angustiadas” por no poder hacer frente al pago de su hipoteca podrán cambiar el préstamo para pagar sólo intereses o extender el plazo de la misma “y si lo desean, volver a su acuerdo hipotecario original dentro de los seis meses (siguientes)”.
“Creo que eso le dará mucha comodidad a la gente y evitará que se preocupen por tener que negociar con sus bancos cuando están preocupados por su situación financiera”, ha afirmado.
En último lugar, el ministro de Finanzas del Reino Unido ha anunciado que las personas en riesgo de perder su vivienda podrán beneficiarse de un periodo de al menos 12 meses antes de que las entidades ejecuten el embargo por impago hipotecario.
“Los bancos y prestamistas hipotecarios tienen una serie de alternativas. Lo último que quieren hacer es embargar una casa”, ha subrayado Hunt al anunciar que “en esa situación extrema acordaron que habrá un período mínimo de 12 meses antes de que haya un embargo forzoso”.
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidido ayer elevar en 50 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, hasta el 5%, su nivel más alto desde septiembre de 2008, en una decisión más agresiva de lo esperado, que supuso ampliar a trece reuniones consecutivas la secuencia actual de incrementos del precio del dinero.
La tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó el pasado mes de mayo en el 8,7%, en línea con la subida de los precios registrada en abril, mientras que el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, se aceleró tres décimas, al 7,1%, registrando su nivel más elevado desde marzo de 1992.
En declaraciones a ‘Sky News’, el ministro de Finanzas del Reino Unido ha asegurado que “abordar la alta inflación es la prioridad número uno” del primer ministro, Rishi Sunak, y del propio Hunt.
“Estamos absolutamente comprometidos a apoyar al Banco de Inglaterra a hacer lo que sea necesario”, ha afirmado, señalando que el Gobierno es consciente de la presión que sienten las familias y por ello se han introducido varios paquetes de ayudas.
“Deshacernos de la alta inflación de nuestra economía es la única forma en que finalmente podemos aliviar la presión sobre las finanzas familiares y las empresas”, ha apostillado.