El Hospital de la Val d’Aran (Lleida) inaugurará una caldera de biomasa alimentada por madera extraída de los bosques del territorio
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los residuos forestales serán una herramienta fundamental para garantizar la seguridad de lo bosques y para obtener energía sostenible y renovable en entornos industriales locales, según el Foro Industria y Energía (FIE).
En un comunicado, el responsable técnico de FIE y profesor de la Universidad de Oviedo, Eduardo Álvarez, ha afirmado que los bosques tienen “gran potencial para generar biomasa” que puede ser utilizada para obtener electricidad y calor tanto para usos industriales como domésticos.
En esta línea, desde el FIE se ha destacado los proyectos emprendidos por el Conselh Generau d’Aran, en la comarca de Aran (Lleida), en colaboración con los ayuntamientos y las entidades municipales del territorio, para impulsar una economía verde, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles, y apostando por una energía más barata, renovable y con menos emisiones.
En la actualidad, el Conselh Generau d’Aran se encuentra a las puertas de inaugurar la nueva caldera de biomasa que dará servicio al Hospital de la Val d’Aran, alimentada por la madera extraída de los bosques del territorio y tratada en el futuro centro logístico de biomasa de la población aranesa de Les (Lleida).
Para María Vergés, síndica d’Aran, la orografía y peculiaridades administrativas del Val d’Aran hacen que pueda ser un “modelo de aplicación de la economía circular” para otras zonas, en especial a lo referente en fórmulas para valorizar los residuos forestales.
En este sentido, el vicepresidente de Cogen, Raimon Argemí, ha destacado que la aplicación de sistemas de cogeneración, que permiten obtener al mismo tiempo electricidad y calor, “puede ser una herramienta que favorezca e impulse el aprovechamiento de la biomasa”, ya que puede constituir una excelente oportunidad para la descarbonización de las industrias intensivas en calor.
Asimismo, Argemí ha señalado la necesidad de que exista un marco regulatorio claro que permita garantizar las inversiones necesarias y contemple incentivos para la recuperación de los residuos.