MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Foro de Humanismo Tecnológico de Esade, un espacio de reflexión y debate sobre el impacto de la tecnología en la vida y los derechos de las personas, aboga por la aprobación de una carta digital de derechos laborales individuales y colectivos, según el informe ‘Humanismo Tecnológico o cómo hacer al ser humano el centro de la automatización global’.
El citado informe, presentado este miércoles, recoge las conclusiones del Foro de Humanismo Tecnológico celebrado online el 1, 2 y 3 de diciembre de 2020, bajo la dirección del profesor universitario José María Lassalle, que contó con una jornada dedicada a las fracturas de equidad que provoca la economía algorítmica, con ponentes como el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y la consultora internacional y ex-jefa de la División de Mercados del Banco Interamericano de Desarrollo, Carmen Pagés, entre otros conferenciantes.
Entre las conclusiones del informe se constata que “la revolución digital no puede detenerse” y “tampoco admite vuelta atrás a pesar de los riesgos distópicos que contiene”, así como que “el futuro de la revolución digital pasa por su sostenibilidad humanística”.
En lo que tiene que ver con el trabajo, apunta que “la automatizaciónpromueve contrataciones deslocalizadas e inmediatas, que aumentan la flexibilidad y el dinamismo pero a costa de mayores dosis de precariedad en el sistema laboral”.
Por lo tanto, urge a “afrontar reformas que reactiven el papel del Estado, que debe impedir la desprotección e indefensión de los trabajadores”.
En concreto, insta a la aprobación de una “carta digital de derechos laborales individuales y colectivos”, que incluya “la negociación colectiva y la sindicación, la no discriminación algorítmica, así como la facilitación de la transparencia de los códigos y sesgos de losprocesos de automatización que organizan la empresa”.
Asimismo, defiende que “el algoritmo no puede ser el jefe ni la empresa regirse por una dirección automatizada que subordine la capacidad de supervisión e interlocución de los trabajadores a las máquinas”.
Garamendi destacó, en sus palabras de inauguración de la jornada, la importancia de aprender a ser digitales desde la perspectiva del humanismo tecnológico, tal y como recoge el informe, donde se define el humanismo tecnológico como “una filosofía que busca influir en el desarrollo de las políticas públicas que garanticen a los seres humanos capacidad para preservar su dignidad y su autonomía moral dentro de una globalización automatizada”.
Por su parte, Pagés abordó el impacto de la tecnología en el mercado laboral como consecuencia de la difusión de la actividad online a raíz de la pandemia, que ha acelerado los procesos de automatización de tareas repetitivas que ya estaban implementando las empresas, además de favorecer nuevas formas de organización del trabajo, así como el desarrollo de la ‘gig economy’ y la plataformización del trabajo, circunstancia que, tal y como señaló, aumenta la flexibilidad laboral a costa de “desprotección y precariedad”.