Saludos y bienvenidos una semana más a El Foco, el espacio de reflexión y debate sobre finanzas personales, ahorro e inversión de #ValueSchool.
Hoy, como es habitual, dedicamos el programa a encontrar #valor en lugares y sectores donde la mayoría de nosotros no suele buscarlo. Dos gestores de fondos nos acompañarán y nos presentarán sus propuestas.
No faltarán tampoco las recomendaciones de lectura ni nuestro apartado sobre finanzas personales.
Tradicionalmente, #Occidente ha tirado del carro de la economía mundial. La hegemonía de Estados Unidos y de Europa como potencias económicas no se discutía por nadie, y las sociedades de estos países eran las más avanzadas y las que mayor demanda de bienes y servicios generaban.
Hace tiempo que esto ya no es así. Según datos del #FMI, el crecimiento económico de China no solo resistió mucho mejor el golpe de la pandemia en 2020, sino que superó el año pasado en dos puntos al de Estados Unidos y en tres al europeo. Y las previsiones para este año están en la misma línea.
Con estas tasas de crecimiento y sus más de 1.400 millones de habitantes, China es ahora mismo el centro neurálgico de la #economía mundial. Eso, lógicamente, repercute también en la calidad de vida y en la demanda de productos de la población del país.
El mundo rural está dando cada vez más paso a unas pujantes clases media y alta, con las mismas necesidades de bienes y servicios que tenemos en Occidente. Os daremos un ejemplo esclarecedor, aunque hay muchos más: China es el mercado principal de la automovilística alemana Porsche, que no deja de ser un fabricante de vehículos de lujo que no están al alcance de todos. Si este es el caso en la cúspide de la demanda, podemos imaginarnos que los bienes más asequibles pero de consumo discrecional han disparado sus cifras de ventas en el país.
Obviamente, la demanda de tecnología también se ha disparado en #China y se sitúa en los mismos niveles que en #Occidente, tanto en el ámbito de la electrónica de consumo como de las infraestructuras. El comportamiento de los consumidores chinos es idéntico al de los países tradicionalmente llamados desarrollados, y en ambos casos la tecnología ha provocado cambios muy marcados en la economía. Así, los negocios y servicios más tradicionales prácticamente han desaparecido, otros como el comercio online y las telecomunicaciones muestran ahora una salud de hierro, y otros se encuentran en una encrucijada y deben reinventarse si quieren sobrevivir.
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