MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, se han reunido este jueves para discutir los detalles de una colaboración más estrecha para apoyar las reformas climáticas y atraer los recursos del sector privado en América Latina y el Caribe.
Para lograr sus objetivos de alcanzar economías resilientes y descarbonizadas para 2050, los países de la región deben realizar inversiones sustanciales en adaptación y mitigación del cambio climático.
Con un mayor grado de cooperación entre ambas instituciones, lo que se busca es fortalecer aún más los esfuerzos conjuntos para identificar y diseñar reformas y proporcionar desarrollo de capacidades en apoyo de los objetivos climáticos. Asimismo, esto puede ayudar a atraer dichas inversiones, incluyendo capital privado.
El BID y el FMI ya gozan de una sólida asociación en toda América Latina y el Caribe, y el FMI se beneficia de las relaciones de larga tradición del BID en la región y de su análisis y experiencia a nivel sectorial.
Esto se ha visto reforzado aún más por la colaboración en el marco del nuevo Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF, por sus siglas en inglés) del FMI, que entró en funcionamiento en octubre de 2022. El RSF se estableció para ayudar a los países a reducir los riesgos macro-críticos y fortalecer la estabilidad económica y desarrollar resiliencia abordando los desafíos estructurales a largo plazo, incluidos los relacionados con el cambio climático.
Paralelamente, el BID está diseñando una facilidad para identificar, priorizar y preparar una sólida cartera de proyectos de infraestructura verde y resiliente en todos los sectores clave. También ayudará a los gobiernos de América Latina y el Caribe en la tarea regulatoria e institucional inicial.
ACELERAR LA FINANCIACIÓN CLIMÁTICA
El FMI y el BID mejorarán las estrategias para que los países aceleren la financiación climática, incluso mediante reformas de políticas, apoyo al desarrollo de capacidades y evaluación de acuerdos de financiación individualizados, como instrumentos de financiacion combinado, bonos verdes y otros, incluyendo posibles diseños para una estructura regional de fondos verdes.
A este fin, cada institución actuaría en el marco de su mandato respectivo, con el objeto de explorar nuevas complementariedades entre las reformas respaldadas por RSF y la financiación y las garantías del BID, para escalar y movilizar el tan necesario financiamiento climático privado.
El presidente del BID se ha mostrado “complacido” de identificar complementariedades con el FMI y trabajar para adoptar acciones concretas para enfrentar el cambio climático en América Latina y el Caribe. “Estamos comprometidos a explorar más a fondo el fortalecimiento de nuestra asociación para movilizar capital y encontrar soluciones innovadoras”, ha afirmado.
Por su parte, la directora gerente del FMI ha expresado que es una “gran satisfacción” iniciar un nuevo capítulo de colaboración con el BID para ayudar a los países a enfrentar el impacto del cambio climático, que amenaza el crecimiento, el empleo y la prosperidad en América Latina y el Caribe.