MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El coste total de las catástrofes producidas en España en 2022 se elevó a 2.891 millones de euros, 709 millones de euros menos que en 2021, según el Barómetro de Catástrofes presentado este jueves.
Así, el coste asegurado de las catástrofes supuso una factura de 1.496 millones de euros el año pasado, frente a los 2.300 millones de 2021.
Por su parte, el coste imputado a las actuaciones de los ‘first responders’ (Protección Civil, Unidad Militar de Emergencias y Cruz Roja Española) supuso 166 millones y el impacto sobre el PIB se elevó a 1.225.
En concreto, 420 millones fueron de impacto directo en empresas que carecían de seguro, 542 millones de impacto indirecto en empresas de la cadena de valor de las afectadas y 263 millones de impacto inducido por la pérdida de rentas empresariales y salariales.
El presidente del Observatorio de Catástrofes, Pedro Tomey, ha explicado que los datos de 2022 muestra que el año “no se ha caracterizado por eventos de alto impacto como los ocurridos el año anterior, pero sí ha mostrado el potencial dañino de otros peligros de la naturaleza más comunes, como la sequía y las heladas, pues ambos fenómenos provocaron el 48% del coste asegurado el año pasado”.
LA VULNERABILIDAD DEL SECTOR AGRÍCOLA
Las inclemencias meteorológicas han mostrado el tercer peor registro recogido por el barómetro, reflejando que los costes asegurados han sido, en 2022, un 12% superiores al promedio de la serie 2016-2022.
Las catástrofes naturales acontecidas en España durante el pasado año supusieron un coste de 1.496 millones de euros para el tejido asegurador nacional.
Además, más de la mitad de los costes asegurados fueron cubiertos por Agroseguro, lo que pone de manifiesto “la especial vulnerabilidad del sector agrícola ante las catástrofes naturales”, como han apuntado desde AON.
Las heladas (39%), el pedrisco (21%) y la sequía (16%) fueron los eventos que más daños provocaron a la agricultura española durante el 2022, especialmente en los cultivos localizados en Cataluña, Aragón y Murcia.
INUNDACIONES E INCENDIOS
Las inundaciones, por su parte, provocaron el 94% de los daños asegurados durante el año y se vieron afectados mayoritariamente las viviendas (42%) y los comercios (30%), ubicados en las provincias de Valencia, Tarragona y Badajoz.
Además, en 2022 se superaron en España las 316.000 hectáreas quemadas, algo que solo ha ocurrido en cuatro ocasiones en los últimos 55 años (1978, 1985, 1989 y 1994).
Según el Barómetro, la exposición de España a los incendios “no solo se ha agravado por la expansión de la superficie forestal, sino que la proliferación de edificaciones en el espacio periurbano incrementa el material inflamable, particularmente en las zonas limítrofes entre los ámbitos urbano y forestal”.
Por otro lado, el riesgo de incendios ha aumentado, a su vez, como consecuencia del sostenido aumento de las temperaturas y una creciente irregularidad en las precipitaciones, con una duración más larga de los periodos secos.
El análisis de lo ocurrido durante los dos incendios más grandes acontecidos en España durante el último lustro (el de Zamora en verano de 2022 y el de la isla de Gran Canaria en agosto de 2019) “no arroja un efecto significativo sobre el mercado laboral de ambos territorios”, tal y como ha concluido el barómetro.
ABRIL ACUMULA UN TERCIO DE LOS DAÑOS ASEGURADOS
Más de un tercio de los daños asegurados en 2022 (618 millones de euros) se produjeron durante el mes de abril, coincidiendo con heladas fuertes y tardías, muy perjudiciales para los cultivos del tercio este peninsular (Lérida y Huesca, mayoritariamente).
Aragón fue la comunidad autónoma que acumuló más daños en relación a su población, con 77 euros por habitante, seguida por Murcia y Extremadura, con 66 y 40 euros por habitante, respectivamente.
La cornisa cantábrica y Andalucía registran costes por persona “muy reducidos”, como refleja el informe. Por su parte, Cataluña ha sido la región que más coste asegurado ha aglutinado, un 19% del total, aunque a nivel per cápita es la séptima.
Asimismo, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña concentran un coste asegurado por kilómetro cuadrado “mucho más elevado que el resto”. Por ejemplo, en el caso de Murcia, una región de pequeña extensión con alta densidad poblacional y elevada participación agrícola, se abonaron casi 9.000 euros por kilómetros cuadrados.