MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley (PNL) del PSOE para instar al Gobierno a impulsar el estudio de un euro digital como moneda pública, ante la paulatina desaparición del dinero en efectivo y el auge de nuevas formas de pago, como las criptomonedas o los sistemas de ‘banca en la sombra’.
La PNL ha sido aprobada este martes 14 de diciembre por el Pleno del Congreso con los votos a favor de 184 diputados, entre ellos de PSOE, Unidas Podemos, Cs, PNV o ERC, 52 en contra de Vox y 98 abstenciones, entre ellas las del PP.
La diputada del PSOE, Patricia Blanquer ha sido la encargada de defender ante la Cámara Baja esta iniciativa con la que se pide impulsar, en colaboración con el Banco de España, la creación de un grupo de estudios para evaluar el desarrollo de un euro digital para “ofrecer una mayor estabilidad financiera tanto a la economía española como al conjunto de la eurozona y recuperar el carácter del dinero como bien público y bajo control democrático”.
Durante su intervención ante el resto de la Cámara, Blanquer ha señalado que esta PNL es un proyecto de especial interés en un contexto de transformación digital y lleno de desafíos, que evidencia la necesidad de una mayor regulación europea sobre el actual sistema monetario.
El objetivo es que España contribuya al análisis de todas las posibilidades de implantación de este euro digital, que se encuentra en fase de investigación hasta julio de 2023. “Nuestro Gobierno está comprometido con la agenda estratégica europea y la iniciativa que proponemos está alineada con la misma”, ha remarcado la diputada.
Así, con la posible implantación del euro digital el PSOE pretende “no dejar a nadie desprotegido en la era digital”, al tiempo que buscan garantizar un medio de pago con acceso universal y seguro.
Esta proposición no de ley, registrada el pasado mes de junio, defiende el euro digital como la posibilidad de recuperar el dinero “como bien público, más estable y bajo control democrático, al estar bajo control de un banco central”, en el que la ciudadanía pueda tener alojada directamente sus cuentas.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN POR EL “MARKETING” SOCIALISTA
En el debate del Congreso, los populares han criticado que el PSOE no haya especificado quiénes formarán parte de ese grupo de estudio para analizar el euro digital ni qué cuestiones abordarán. “Este grupo lo van a crear nos guste o no, haga falta o no”, ha recriminado el diputado Juan Luis Pedreño al grupo socialista.
El PP, al igual que otros grupos como el PNV, han acusado al PSOE de hacer de esta PNL un “plan de marketing”, ya que es una cuestión que se está debatiendo actualmente en Europa y solo requeriría la voluntad del Gobierno el impulso de este grupo de trabajo, sin necesidad de llevar el texto ante la Cámara Baja.
Los populares han defendido su enmienda a esta PNL, que los socialistas han optado por no incluir, en la que la que insta a la creación de un Consejo Consultivo de moneda digital, con la participación del Ministerio de Hacienda, para evaluar la posible implantación del euro digital como moneda pública.
De su lado, Ciudadanos ha defendido su enmienda a esta PNL, que tampoco ha sido sumada al texto, en la que se aboga por asegurar un marco normativo suficientemente garantista para fomentar la formación e información sobre las operaciones con criptomoneda, evitando así posibles estadas y fraudes y suficientemente flexible para eliminar barreras al desarrollo del sector de los criptoactivos, permitiendo así convertir a España en referente europeo en este ámbito.
SI ACABA EL EFECTIVO, SOLO HABRÁ DINERO BANCARIO Y PRIVADO
En su exposición de motivos, el PSOE explica el debate de la posibilidad de crear nuevas monedas digitales públicas (CBDC, en sus siglas en inglés, por Central Bank Digital Currency, o ‘Moneda Digital del Banco Central’), y revela que más de un 80% de instituciones consultadas en 2020 por el Banco de Pagos Internacionales de Basilea ya trabajan en proyectos de este tipo.
Entre sus motivos, citan el auge de nuevas formas de pago, como las criptomonedas, la llamada ‘banca en la sombra’, ajena al sistema bancario y su regulación, sus posibilidades de inclusión financiera –la primera CBDC, creada en Bahamas, fue creada con esta motivación– y también el declive del uso del efectivo, algo que mejora el rastreo de operaciones y limita las posibilidades de fraude.
LOS BENEFICIOS DE UNA BANCA PÚBLICA DE DEPÓSITOS
Sin embargo, alerta el PSOE, esta desaparición provocaría que todo el dinero en circulación fuese bancario y privado. “Implicaría una mayor inestabilidad que justamente trató de minimizar la creación de los bancos centrales tal y como los conocemos”, reflexiona esta formación, que plantea dinero público digital, intangible, respaldado por el Estado, y depositado en una cuenta directamente en el banco central. “Un privilegio, por el momento, restringido a los bancos”, señala.
Además, señala que permitir cuentas particulares en un banco central posibilita un control directo de la cantidad de dinero, y su respaldo por el Estado y la protección legal de las transacciones, ajenas a su explotación comercial como sí puede suceder en otros sistemas privados.
Es más, señala cómo, en caso de necesitar una expansión monetaria, el mecanismo sería más directo al inyectar liquidez directamente sobre cuentas corrientes y trasladarse de forma inmediata y sin intermediarios a la actividad económica.
CONCESIÓN DE CRÉDITOS PRIVADA, PERO DEPÓSITOS PÚBLICOS
El PSOE matiza que este dinero digital público no conllevaría ni la nacionalización del sistema bancario ni la estatalización del crédito, pues tanto en una variante de moneda pública directa, hasta otras híbridas o intermedias, no desaparecería la actividad privada de crédito.
Es más, argumenta que sería más segura, en la medida en que estaría completamente separada de los depósitos de los ahorradores, y que así también la creación de dinero dejaría de depender de la expansión crediticia, aminorando el riesgo de un sobreendeudamiento privado.
Tampoco desaparecerían los medios de pago privados, apostilla el PSOE, señalando que la mayoría de proyectos de CBDC planteados son reacios a monopolizar este sector, y apuestan por modelos híbridos en el que el dinero público digital compite con otros medios de pago privados.