MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha proyectado un crecimiento del 1% de la economía de América Latina y el Caribe en el año 2023, mientras que se prevé que para 2024 se vuelva a cifras promedio, con una expansión del PIB regional del 1,9%, aunque la incertidumbre es alta.
Así se desprende del informe ‘Preparar el terreno macroeconómico: informe macroeconómico de América Latina y el Caribe 2023’, en el que se estima que el crecimiento será algo mejor en la región de Centroamérica, llegando al 1,9% en 2023, o en México, país que se encontrará ligeramente por encima del 1% (en el 1,1%).
Entre los principales factores que afectarán a la economía de la región, se encuentran el desempeño que tendrá el turismo, siendo las economías más dependientes de este sector las que se vean más afectadas por las condiciones inciertas de la demanda, y el crecimiento de la economía de Estados Unidos, que tiene un impacto “importante” para América Latina.
A su vez, una demanda “deprimida” y los altos costes de financiación también afectarán al desempeño económico de la región, aunque se podría ver parcialmente compensada por la reapertura de China.
DETERIORO SOCIAL Y EFECTO DE LA INFLACIÓN
La desaceleración económica que la región podría vivir en 2023 despierta el miedo a un deterioro de la pobreza y la desigualdad, por lo que desde el BID han señalado como “prioritario” evitar más pérdidas y generar las condiciones para recuperarse y avanzar en las conquistas sociales.
En este sentido, y dado que un crecimiento robusto es “poco probable” en el corto plazo, los esfuerzos de las políticas deben centrarse en llegar a los más pobres con el fin de, como mínimo, evitar cualquier deterioro adicional.
El actual contexto macroeconómico de alta inflación también es preocupante para el BID. En concreto, en los próximos 12 meses, se prevé que la inflación en los países de la región se situará por encima de su banda de meta en todos los países excepto Paraguay.