MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Banco Central Europeo (BCE) no comenzará a subir los tipos de interés hasta finales del año próximo, un cambio en la política monetaria de la zona euro que el mercado ha comenzado a descontar de forma anticipada, lo que se refleja en la evolución de las rentabilidades de los bonos soberanos, según ha indicado la agencia S&P Global Ratings.
“En nuestra opinión el BCE esperará hasta finales de 2023 para subir los tipos, en primer lugar los tipos de depósito”, ha señalado Marko Mrsnik, responsable de ratings soberanos para Europa de S&P Global, subrayando que la entidad dispone de flexibilidad para intervenir si las condiciones empeorasen.
En este sentido, el experto considera que, aunque el mercado ya está anticipando el giro en la política monetaria y el ‘bund’ ha regresado a terreno positivo, el BCE ha reiterado su compromiso de mantener condiciones favorables. “No prevemos sorpresas este año para no perjudicar el crecimiento en 2022 y pensamos que será paciente”, ha añadido.
Dada la flexibilidad del banco central para tomar medidas para evitar la fragmentación financiera en la eurozona y mantener unas condiciones favorables de financiación, la agencia no anticpa un impacto severo en el corto plazo para los soberanos del proceso de retirada o ‘tapering’ por parte de la BCE, cuya intervención durante la crisis, junto a las medidas de gobiernos nacionales e instituciones europeas, explica por qué no hubo rebajas de ratings.
Además, S&P destaca que la estructura de la deuda en el medio y largo plazo es muy favorable para los emisores soberanos del euro, incluido España, por lo que el impacto de una subida no sería muy importante para afectar a los intereses pagados por la deuda, ya que los Estados siguen refinanciándose a condiciones mejores que hace 2 ó 3 años.
Este jueves, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha explicado que el diferente momento de la recuperación económica en el que se encuentran las economías de la zona euro y de Estados Unidos justifica que el BCE no responda con la misma rapidez que la Reserva Federal de Estados Unidos a la aceleración de la inflación.
“El ciclo de la recuperación económica en EE.UU. está por delante del de Europa. Por lo tanto, tenemos todas las razones para no actuar tan rápidamente como uno puede imaginar que lo haría la Fed”, ha señalado Lagarde durante una entrevista con la emisora France Inter.
“No podemos actuar de inmediato. Si subo las tasas de interés, esto tendrá un efecto dentro de 6 a 9 meses. El tiempo que se tarda en descender por la cadena de financiación. Pero estamos ralentizando el crecimiento”, ha explicado.