MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) ha decidido por unanimidad mantener los tipos de interés del país en el -0,1%, la misma tasa que lleva manteniendo desde enero de 2016, cuando se adentró en terreno negativo por primera vez en su historia.
De esta forma, el Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón se ha desmarcado del resto de grandes bancos centrales, que durante este año han iniciado una senda de endurecimiento monetario para tratar de contener la inflación.
El caso de Japón es diferente a las economías occidentales. En agosto, la inflación del país nipón repunto al 3%, que aunque es su máxima en ocho años, está muy por debajo del 9,1% registrado por la eurozona, del 8,3% de Estados Unidos o del 9,9% de Reino Unido.
Por otro lado, el instituto emisor japonés seguirá adelante con la compra de fondos cotizados (ETF) a un ritmo anual de 12 billones de yenes (85.562 millones de euros) durante el tiempo que sea necesario. También empleará de forma anual un total de 5 billones (35.650 millones de euros) en comprar bonos corporativos y papel comercial.
“La economía de Japón ha repuntado a medida que se ha retomado la actividad económica, al tiempo que la salud pública ha sido protegida del Covid-19, pese a haber sido afectada por factores como el mayor precio de materias primas”, ha indicado el organismo.
En cualquier caso, el Banco de Japón ha subrayado que seguirá de cerca el impacto de la Covid-19 y “no dudará en tomar medidas de relajación adicionales si es necesario”.