MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Banco de Inglaterra comenzará el próximo 29 de noviembre a deshacer su cartera de bonos del Gobierno del Reino Unido (‘gilts’), adquiridos bajo el programa de emergencia lanzado a finales de septiembre para contener las turbulencias provocadas en los mercados por el fiasco del ‘minipresupuesto’ presentado por la entonces primera ministra británica, Lizz Truss.
En total, entre el pasado 28 de septiembre y el 14 de octubre, la institución adquirió bonos por importe de 19.300 millones de libras (22.054 millones de euros), de los que 12.100 millones de libras (13.826 millones de euros) corresponden a ‘gilts’ convencionales a largo plazo y otros 7.200 millones de libras (8.227 millones de euros) a bonos vinculados a índices.
El Banco de Inglaterra ha subrayado que, en consonancia con su objetivo de estabilidad financiera, realizó compras temporales y específicas de ‘gilts’ con el fin de restaurar las condiciones ordenadas del mercado del Reino Unido y, así, reducir los riesgos de contagio a las condiciones crediticias para los hogares y las empresas del país.
De este modo, de acuerdo con los objetivos del programa de compras, el banco central del Reino Unido pretende deshacer esta cartera de forma oportuna, pero ordenada, cumpliendo el compromiso de que serían de naturaleza temporal.
“Para lograr una salida oportuna, el Banco tiene la intención de poner a disposición de los compradores interesados los ‘gilts’ de la cartera a partir del 29 de noviembre”, ha anunciado.
Asimismo, para que el proceso se desarrolle de manera ordenada con el objetivo de que no desencadene nuevas turbulencias en el mercado, las ventas no comenzarán a un ritmo fijo, sino que se diseñarán en función de la demanda que responda a las condiciones prevalecientes del mercado, permitiendo a las contrapartes elegibles expresar su interés en comprar a través de una forma de ventanilla de consulta inversa.
La aceptación de cualquier oferta para comprar ‘gilts’ quedará a discreción del Banco de Inglaterra, en función de su evaluación del patrón de demanda y, como principio general, solo se aceptarán las ofertas que se consideren atractivas en relación con los niveles predominantes del mercado.
“Esto significa que habrá instancias en las que podría vender un mayor volumen de bonos si la demanda es particularmente fuerte; pero también momentos en que el Banco venderá pocos o ningún bono si no hay suficiente demanda”, ha explicado, subrayando que tal enfoque busca limitar el impacto de las ventas en las condiciones del mercado.