MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La economía de la zona euro no sufrirá un “aterrizaje brusco” como consecuencia de la desaceleración de la actividad en un contexto económico marcado por las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), según ha indicado el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau.
En una entrevista con la emisora BFMTV, el banquero central galo ha expresado su confianza en que Francia evitará la recesión, aunque ha reconocido que existe mucha incertidumbre y podría registrarse una pequeña desaceleración.
“Pero lo que puedo decir con certeza es que Francia y Europa evitarán un aterrizaje brusco. No habrá un crash catastrófico de nuestras economías. Hablaría de ralentización, no de crash”, ha afirmado.
La semana pasada, el BCE actualizó sus proyecciones macroeconómicas trimestrales, empeorando sustancialmente sus pronósticos de inflación y recortando el crecimiento del próximo año para la zona euro, que podría registrar una recesión entre el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023.
En concreto, las nuevas proyecciones del BCE contemplan que los precios suban en promedio en 2022 un 8,4%, tres décimas más de lo que esperaban en septiembre, con una inflación subyacente del 3,9%.
El próximo año, la inflación se moderará solo al 6,3%, cuando anteriormente anticipaban al 5,5%, con una tasa subyacente del 4,2%, mientras que en 2024 será del 3,4%, frente al 2,3% previsto en septiembre, y la inflación subyacente será del 2,8%.
Asimismo, en sus primeras previsiones para 2025, el BCE contempla que la tasa de inflación general sea del 2,3%, aún por encima de su objetivo, con una tasa subyacente del 2,4%.
En cuanto al crecimiento del PIB, si bien ha mejorado al 3,4% desde el 3,1% previsto anteriormente la estimación para 2022, la entidad ahora espera una expansión de apenas el 0,5% en 2023, cuando en septiembre confiaba en un crecimiento del 0,9%.
De cara a 2024, los expertos del BCE esperan un rebote del PIB del 1,9%, en línea con lo anticipado en septiembre, mientras que para el año 2025 confían en que la economía de la zona euro crecerá un 1,8%.