Seguirá monitorizando el mercado inmobiliario y pide a los bancos que utilicen los beneficios para mejorar su resistencia y dar crédito
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El Banco de España ha tomado la decisión de mantener en el 0 % el porcentaje regulatorio del colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable durante el segundo trimestre de 2023 a las entidades bancarias por sus exposiciones crediticias en España ante el entorno macrofinanciero actual y la evolución del crédito y del mercado inmobiliario.
La institución realiza un seguimiento regular del ciclo financiero a través del análisis de la evolución de diversos indicadores.
Uno de los más relevantes se denomina ‘brecha de crédito-PIB’, que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto a su nivel tendencial.
Los últimos datos disponibles muestran que este indicador ha descendido hasta situarse ligeramente por debajo del umbral de alerta, una vez que la actividad económica se ha ido recuperando tras la fuerte caída que supuso el Covid-19 y el crecimiento del crédito se ha moderado después de haber aumentado de forma significativa durante la pandemia, en el marco de las políticas puestas en marcha precisamente para mitigar su impacto.
El Banco de España espera que este descenso continúe en los próximos trimestres, aunque el entorno actual sigue sometido a una elevada incertidumbre, debido a factores como el conflicto bélico en Ucrania, las tensiones en los mercados financieros recientes, las presiones inflacionarias y el endurecimiento de la política monetaria para afrontarlas.
Adicionalmente, el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos analiza una relación amplia de indicadores macrofinancieros complementarios que, en conjunto, tampoco sugieren una acumulación endógena de riesgos sistémicos.
La recuperación de la actividad económica aún no ha permitido retornar a los niveles de PIB previos a la pandemia que, de acuerdo con las proyecciones macroeconómicas del Banco de España más recientes, se alcanzaría en el tercer trimestre de 2023. Estos elementos respaldan el mantenimiento del porcentaje del colchón de capital anticíclico en el 0%.
Otros indicadores, como el de intensidad del crédito (ratio entre la variación anual del crédito sobre el PIB) y la ratio del servicio de la deuda (ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre el PIB), se sitúan en niveles “moderados” y la economía española dispone de un superávit de la balanza por cuenta corriente.
En cuanto al mercado inmobiliario, el organismo constata que la oferta de vivienda se está mostrando insuficiente para satisfacer la demanda, lo que ha generado aumentos notables de los precios en 2022.No obstante, los últimos datos muestran que los precios están creciendo de forma más moderada.
En particular, el Índice de Precios de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística presentó una tasa de variación anual del 5,5% en el cuarto trimestre de 2022, un valor elevado, pero inferior al 7,6% del trimestre anterior.
En este sentido, los modelos disponibles continúan mostrando que las propiedades residenciales siguen presentando una “cierta sobrevaloración”, aunque de magnitud contenida e inferior a las de otros países del entorno que ya han activado algunas herramientas macroprudenciales.
En relación a las transacciones inmobiliarias, las compraventas de viviendas han mostrado un menor dinamismo desde la segunda mitad de 2022, tras el repunte experimentado en la primavera, pero continúan muy por encima del nivel medio observado en los años previos a la pandemia.
En consonancia con esta evolución, las nuevas operaciones hipotecarias también han perdido pulso en la segunda mitad de 2022, si bien se sitúan en los valores más elevados desde la pasada crisis financiera global.
En concreto, el flujo de crédito nuevo para la compra de vivienda descendió en el cuarto trimestre de 2022 un 5,4% respecto al mismo trimestre de 2021.
Al mismo tiempo, el saldo de crédito hipotecario ha caído moderadamente (0,2% interanual en el cuarto trimestre de 2022).
En paralelo, el crédito para actividades de construcción y promoción siguió contrayéndose (un 7,9% en el cuarto trimestre de 2022 en tasa interanual).
Por último, desde la última revisión del colchón de capital anticíclico no se han observado variaciones significativas en los estándares de concesión de crédito reflejados en las ratios entre el importe de las hipotecas residenciales nuevas sobre el valor de la vivienda y los ingresos de los prestatarios.
Por otro lado, aunque los tipos de interés de las hipotecas nuevas empezaron a repuntar durante el tercer trimestre de 2022, los diferenciales de estos tipos respecto a los tipos de referencia continuaron estrechándose en este periodo, acentuando un fenómeno que viene observándose desde antes del inicio del actual proceso de normalización de la política monetaria.
En este sentido, el Banco de España cree que debe tenerse en cuenta que los tipos de interés de los créditos deben reflejar los costes incurridos en su financiación y también los riesgos que se asumen.
CONSEJO A LOS BANCOS
“En este entorno de elevada incertidumbre, continúa siendo necesario que las entidades utilicen el incremento de los beneficios que se están produciendo a corto plazo para aumentar su capacidad de resistencia y, de esta forma, para poder seguir financiando a los hogares y empresas con proyectos viables, incluso si se materializan los importantes riesgos identificados en la actualidad”, señala la institución.
En conjunto, esta evaluación de los indicadores respalda el mantenimiento del colchón de capital anticíclico en el 0%.
En cualquier caso, el Banco de España sigue haciendo un seguimiento estrecho de la situación, con particular atención a los desarrollos en el sector inmobiliario.
El colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial diseñado para reforzar la solvencia del sistema bancario mediante la acumulación de capital en fases de bonanza económica _que escuando se suele producir la acumulación de riesgos sistémicos_, para poder ser utilizado posteriormente cuando se materialicen riesgos que puedan afectar a la estabilidad financiera.