MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El 61% de la demanda de vivienda se concentra en la periferia de las ciudades, la costa y las zonas rurales, según un estudio de Fotocasa Research a partir de casi 4.600 encuestas a demandantes de vivienda en el último año, ya sea de alquiler o de compra y de materializarse o no la operación.
De acuerdo con este informe, el 30% de los demandantes de vivienda ha buscado casa en una capital de provincia, el 24% en los grandes centros urbanos y el 22% en una zona rural.
Así, aunque el punto de partida en la demanda de vivienda sean las ciudades, Fotocasa compara estos porcentajes con la ubicación de la residencia anterior a la acción de demanda de vivienda y obtiene que el 30% de los demandantes residía o reside en una capital de provincia, el 25% en un gran centro urbano, el 18% en una zona rural, un 16% cerca de la costa e idéntico porcentaje en el extrarradio de una gran urbe.
Al combinar la ubicación de la residencia previa con la zona en la que ha buscado vivienda, Fotocasa aprecia “más interés del esperable” por inmuebles en zonas rurales (4 puntos de diferencia), cerca de la costa (4 puntos más) y el extrarradio de una gran urbe (3 puntos más).
“Las preferencias y necesidades habitacionales de los ciudadanos se han modificado, generando una gran demanda por mejorar su condición de vida a través de la compra de vivienda. Conjuntamente, se requieren segundas residencias, nuevas tipologías, y características en el hogar como la luz natural y los espacios amplios con salida al exterior. Estos requisitos se han vuelto lo más cotizado del mercado”, subraya María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Por ello, considera que no es extraño que se busquen viviendas en la periferia de las ciudades y en zonas de costa, propiciando un éxodo rural donde encontrar una segunda vivienda o instalar la residencia habitual.
ALQUILER O COMPRA, DOS PERFILES DISTINTOS
Comparando las personas que en los últimos doce meses han comprado o buscado casa en propiedad de quienes han alquilado o lo han intentado. Fotocasa observa dos perfiles muy diferentes.
Entre los inquilinos tienen mucho más protagonismo, con hasta diez puntos de diferencia, las capitales de provincia (35%) y los grandes centros urbanos (28%), mientras que entre quienes compran o quieren hacerlo se buscan en mayor medida zonas rurales (24%), costeras (22%) y el extrarradio de las grandes ciudades (20%).
Fotocasa señala que los centros urbanos y capitales de provincia atraen en mayor medida a quienes desean alquilar por sus bases administrativas, educativas y empresariales, de forma que casi dos de cada tres demandantes de alquiler buscan en estas ciudades, cuyos precios de arrendamiento son significativamente más altos. Fuera de estas zonas, el alquiler pierde protagonismo y la demanda de vivienda en propiedad la gana.
Quienes se mudan desde zonas urbanas a periféricas lo hacen, principalmente, por motivos vinculados con la calidad de vida, tendencia que la encuesta de Fotocasa observa especialmente entre quienes han comprado una vivienda en el último año o pretenden hacerlo: el 51% buscaba zonas más tranquilas para vivir y otro 38% aspiraba a una mayor calidad de vida.
En función de la edad, los compradores menores de 45 años concentran sus compras en el extrarradio de las grandes ciudades, capitales de provincia y grandes centros urbanos. Frente a esto, los mayores de 45 años priorizan las zonas rurales y la localización cercana a la costa.
La inclinación de los inquilinos por buscar o alquilar en grandes ciudades y capitales de provincia se intensifica aún más entre los menores de 45 años, pues el 41% de las personas entre 18 y 24 años buscan alquilar en capitales de provincia. Casi la misma cifra que entre las personas entre 25 y 34 años (41,1%).
En el caso de los grandes centros urbanos: el 28,4% de las personas de entre 18 y 24 años buscan alquilar o han alquilado en estos lugares; cifra que aumenta hasta el 32,3% entre los de 25 a 34 años, y que baja hasta el 26,2% entre las personas con entre 35 y 44 años. La demanda de alquiler en zonas de costa o entornos rurales solo aumenta entre las personas de más de 45 años.