MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La gestora Schorders ha publicado este jueves un estudio sobre la inversión institucional en el presente ejercicio y ha concluido que el 35% de los inversores de este tamaño prevé aumentar las asignaciones en activos privados (‘private equity’, en la jerga del sector), ya que ofrecerán las mejores oportunidades para participar en tendencias clave como la transición energética o la inversión de impacto, además de ser una fuente más profunda de diversificación.
Ligado a ello, el informe ha señalado también como conclusión que la mitad de los inversores institucionales mundiales creen que los activos de infraestructuras y renovables son los que están mejor situados para aprovechar las oportunidades de inversión que ofrece la transición energética a medio plazo, por lo que también aumentarán posiciones en estos ámbitos.
En concreto, Schorders ha cuantificado que un 41% de los inversores aumentará sus asignaciones en estas infraestructuras en los próximos doce meses, ya que es una clase de activos “a punto de beneficiarse de la revolución de la tecnología verde”
Por otra parta, fruto del cambio de escenario económico marcado por la desaceleración y las fuertes tensiones geopolíticas, la mitad de los encuestados para la elaboración del estudio ha apuntado que esos temores les han llevado a invertir en empresas con cadenas de suministro más localizadas, tanto en mercado públicos como privados.
Asimismo, el estudio -elaborado sobre la base de 770 inversores de todo el mundo que gestionan activos por 34,7 billones de dólares- ha constatado que ese escenario geopolítico e inflacionista sea el que más afecte a la rentabilidad de las carteras a un año vista.
En cuanto a la sostenibilidad, la mayoría de los inversores cree que las estrategias de sostenibilidad e impacto apoyarán su objetivo de lograr rentabilidades financieras a largo plazo, sin embargo, los inversores institucionales apuntan que requieren más apoyo de sus gestores externos para ayudarles en asuntos como la medición del impacto.
Europa, por su cercanía a la guerra de Ucrania, es la región en la que la incertidumbre geopolítica genera más dudas (a casi un 60% de los gestores), mientras que la inflación preocupa a un 53% y un 46% se muestra concernido ante un escenario de estanflación.
Con todo, apenas una tercera parte de los gestores preguntados ha afirmado estar comprometido a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas antes de 2050 y ya estaría aplicando alguna estrategia con objetivos intermedios para lograrlo.
Ante estas perspectivas, la directora de inversiones del Grupo y codirectora de inversiones de Schroders, Johanna Kyrklund, ha apuntado que “puede que sea necesario volver a centrarse en las valoraciones más que en el crecimiento especulativo” y ha concluido que creen “que ha llegado el momento de volver a ser perspicaces, analíticos y centrarnos en las valoraciones”.
De su lado, el director de inversiones de Schroders Capital, Nils Rode, ha valorado el estudio señalando que los inversores se han vuelto menos seguros y ha aducido que “deberían considerar este entorno complejo no como una mera fase temporal, sino como la aparición de una nueva era”.
En cuanto a la preferencia ahora de los inversores por el ‘private equity’, los préstamos privados y los activos reales, Rode ha señalado que los inversores “son conscientes de que los activos privados están directamente conectados con tendencias duraderas de disrupción y progreso que se verán catalizadas por las rápidas mejoras en la tecnología de IA, la transición energética en curso y la descarbonización, así como los cambios demográficos”.
Por su parte, Rode ha apuntalado que están “dando prioridad a estrategias alineadas con estos temas, con baja correlación con los mercados bursátiles, dependencia limitada o nula del apalancamiento y múltiples vías de salida”.