MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El 11,2% de la población rural española, equivalente a 705.733 personas, no tiene acceso a ningún tipo de servicio bancario presencial y el 23,3% (1,467 millones de personas) reside en municipios sin oficina bancaria, según un informe del Banco de España publicado este jueves.
Por comunidades autónomas y extrapolando los datos a la población total, el 17,8% de los ciudadanos de Castilla y León reside en un municipio que no cuenta con ninguna sucursal, seguida de Extremadura, con el 7,5%; Navarra, con el 7%; Cantabria, con el 6,9%; La Rioja, con el 5%, y Aragón, con el 4,8%, todas ellas por encima de la media nacional del 3,4%.
En 2021, España se situaba en el tercer lugar dentro de la Unión Económica y Monetaria (UEM), con 1,41 puntos de acceso al efectivo por cada mil habitantes, solo por detrás de Portugal y Austria, si bien en términos de puntos de acceso por cada núcleo poblacional, España se situaba en torno a la media de los países de la UEM, con 8,2 puntos de acceso al efectivo por municipio, ligeramente por debajo de países como Alemania o Italia, con 9,5 y 8,5, respectivamente.
El número de oficinas bancarias se situaba en España el año pasado en torno a las 19.000. Desde el máximo alcanzado en 2008, el número se redujo un 58% hasta 2021, con lo que la ratio de oficinas por cada mil habitantes pasó de 1 a 0,41.
No obstante, el organismo ha señalado que actualmente España se situaría en torno al promedio de la UEM, e incluso cuenta con más sucursales por cada mil personas: se calcula que el número de oficinas se redujo en ese periodo un 40%, con lo que la ratio pasó del 0,57 a 0,33 en 2021 en toda la UEM, por debajo de la cota de España.
La disminución de oficinas fue más intensa en esos años en España y Chipre, que eran los lugares que mayor número de oficinas por habitante tenían antes del ajuste, mientras que este ha sido menos intenso en países como Estonia, Países Bajos o Irlanda, que presentaban niveles muy inferiores en esta ratio, con 0,2 oficinas por cada mil habitantes.
En este periodo, un total de 900 municipios españoles perdieron el acceso local a una oficina bancaria, de los cuales un 96% eran municipios rurales, con lo que la distancia media hasta la oficina más cercana pasó de 3,3 kilómetros en 2008 a 4,9 en 2021 frente a los cero kilómetros de los municipios urbanos.
En concreto, los municipios que perdieron todas sus oficinas bancarias se concentraron, principalmente, en zonas de Castilla y León, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Extremadura. Además, en todas estas comunidades, salvo en Comunidad Valenciana, hay una mayor presencia de municipios sin servicios bancarios a menos de cinco kilómetros.
El número de municipios sin ningún tipo de acceso presencial a los servicios bancarios ascendía a 3.389, un 41,7% del total de municipios, de los que 3.364 eran municipios rurales, y 25, urbanos.
REDUCCIÓN DE CAJEROS
La reducción de cajeros automáticos también ha sido significativa, pero menos intensa que las oficinas. Actualmente, estos se sitúan en torno a los 48.000. En 2008, España contaba con 1,34 cajeros por cada mil habitantes, frente a la ratio de 0,95 en la UEM. El indicador ha disminuido hasta 1,01 en 2021 y al 0,81 la conjunto de la comunidad.
El Banco de España ha destacado que entre los factores que han influido en la disminución de oficinas y cajeros en España están el proceso de reestructuración y consolidación del sistema financiero español tras la crisis financiera de 2008 y el proceso de desendeudamiento del sector privado, así como el avance de la banca online.
El informe del organismo revela que España es el país de la UEM en el que menos transacciones se gestionan por cajero y con menos empleados por oficina, que pueden deberse a esa elevada dispersión de la población.
En concreto, en cada cajero se gestionaron el año pasado 13.800 transacciones anuales por un valor de 2,3 millones de euros, frente a la media de la UEM de 22.700 transacciones por un importe de 4,2 millones de euros.
Asimismo, el sector bancario español cuenta con en torno a la mitad de trabajadores en relación con el número de sucursales que el conjunto de la Eurozona, con 8,5, frente a 15,2, por sucursal en 2021, lo que apunta a un menor tamaño promedio de las oficinas bancarias nacionales.
Frente a una caída del 58% y del 23% en las cifras de oficinas bancarias y de cajeros automáticos, el informe recuerda que el número de puntos de acceso a servicios de atención primaria, oficinas de farmacia y bares se ha mantenido estable o incluso se ha incrementado, mientras que el número de comercios se ha reducido en un 17%.
De este modo, la población rural sin acceso a oficinas bancarias se incrementó en más de nueve puntos porcentuales entre 2008 y 2021, mientras que aquella sin acceso local a bares y comercios se ha mantenido estable o incluso se ha reducido ligeramente en el mismo período.