Solo un 31% de las empresas cuenta con un código ético para fomentar la cultura del pronto pago, un porcentaje un 17% inferior al 48% del año pasado, según un estudio elaborado por Intrum.
Además, según datos del Banco de España, el período medio de pago a proveedores como el de cobro a clientes ha aumentado, aunque ligeramente, a lo largo de los tres primeros trimestres de 2021 respecto a antes de la pandemia. Además, según otra encuesta elaborada por dicho organismo respecto al cuarto trimestre de 2021, las entidades españolas no anticipan una mejoría adicional para el primer trimestre de 2022.
A esto se une, tal y como apuntaba a principios de año la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), el incremento de costes previsto para el sector empresarial por la evolución de los precios energéticos y de las materias primas.
Por otra parte, el Informe Europeo de Pagos refleja que el 51% de las organizaciones reconoce estar tomando medidas para garantizar el pago a tiempo a sus proveedores, un porcentaje que deja a España en una posición de desventaja respecto a los otros 28 países europeos analizados por Intrum, aunque las diferencias no son muy acusadas.
Según el estudio, las compañías españolas ocupan, junto a Portugal y Bélgica (ambos con un 51%), el penúltimo puesto en el ranking de empresas que están aplicando pautas de este tipo, solo por encima de Croacia (50%) y tres puntos por debajo de la media europea.
Esta falta de regulación interna de los pagos a proveedores también se ve reflejada en el comportamiento demostrado por las compañías españolas en el último año. Tal y como muestra el análisis realizado por la empresa líder en gestión de impagados, el59% reconoce que la incertidumbre macroeconómica les ha llevado a extender las condiciones de pago a proveedores, lo que evidencia, una vez más, la necesidad de emprender acciones que ayuden a evitar problemas financieros futuros.
MAYOR GRADO DE CONCIENCIACIÓN
Por otra parte, desde Intrum reconocen que a pesar de que la implantación de medidas o la creación de un documento que fomente la gestión proactiva de pagos y cobros no es la que debería, cada vez más compañías ven esta problemática como una cuestión social querequiere una implicación fehaciente de todo el entramado empresarial, especialmente las organizaciones más grandes.
Una prueba de ello es que 6 de cada 10 empresas encuestadas creen que las fechas de pago deberían formar parte de los informes de sostenibilidad de lascompañías, y el 70% opina que las empresas de mayor tamaño tienen la responsabilidad de garantizar que se realicen a tiempo los pagos a las entidades más pequeñas.