MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Plataforma Denaria, a través de su presidente Javier Rupérez, ha solicitado al Gobierno la supresión del límite máximo de 1.000 euros para los pagos en efectivo, haciendo referencia a un dictamen del Banco Central Europeo (BCE) en el que se critica esta restricción porque “afecta especialmente a los consumidores más vulnerables”, según ha informado en un comunicado.
Asimismo, el presidente de Denaria ha pedido al Gobierno que amplíe la vigilancia sobre las empresas públicas y privadas para garantizar que cumplen con la obligación legal de aceptar el efectivo como medio de pago.
Según un estudio del Banco de España, el 64% de los españoles utiliza a diario el dinero físico en sus pagos, el doble de los que emplean habitualmente la tarjeta de débito o crédito, y el 82% de los consumidores se posiciona a favor de una sociedad con efectivo.
“El efectivo sigue siendo el método principal de pago para un número muy importante de consumidores en España”, ha señalado Rupérez, recordando que, según el BCE, el 59% de las transacciones efectuadas en puntos de venta en 2022 se abonaron con dinero físico.
Por otra parte, desde Denaria explican que el ‘euro digital’ genera “muchos interrogantes” en lo que se refiere a sus consecuencias sobre la vida cotidiana de ciudadanos y empresas, sus efectos en el sector bancario y las fechas previstas para su introducción en el mercado nacional.
Igualmente, la plataforma ha advertido de que, si bien “no existe ninguna evidencia que ligue el dinero físico con el fraude”, el uso de medios digitales de pago pone en riesgo la protección de datos y la privacidad en asuntos financieros.
DENUNCIA DIFICULTADES DE ACCESO AL EFECTIVO
Denaria ha denunciado que la oferta de dinero físico está cayendo, al imponerse cada vez más trabas para acceder a él. Así, la plataforma ha criticado la reducción del número de cajeros bancarios frente a la proliferación de los terminales punto de venta (TPV) que permiten el pago con tarjeta.
“Denaria considera que el problema no solo se circunscribe al mundo rural, sino también al urbano, y no solo en lo que se refiere al acceso al efectivo, sino también a su posibilidad de uso”, ha señalado Rupérez, exigiendo además el cumplimiento del protocolo firmado por las asociaciones bancarias para garantizar la atención personalizada a personas mayores y ciudadanos vulnerables.