MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido de que los beneficios globales de Basilea III no se lograrán si su implementación no es completa, consistente y en plazo.
En la reunión anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Hernández de Cos ha recordado las principales conclusiones del informe de evaluación de las reformas de Basilea III ya implementadas que publicó en julio el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.
La primera de ellas es que, a diferencia de lo que ocurrió en la gran crisis financiera, el sistema bancario se ha mantenido resiliente y ha continuado prestando servicios financieros fundamentales durante la crisis del coronavirus, ayudando a amortiguar el impacto de la pandemia sobre la economía global.
Según ha detallado De Cos, para ello han sido determinantes tanto el alcance y la escala de las medidas fiscales, monetarias y regulatorias adoptadas por el sector público, como las reformas de Basilea III, que han permitido a las entidades afrontar los efectos de la pandemia con niveles más altos de solvencia y liquidez y una mayor capacidad para absorber pérdidas.
En segundo lugar, el gobernador ha reconocido que existen algunos aspectos “que pueden requerir profundizar en su evaluación”, como el funcionamiento de los colchones de capital y de liquidez, el grado de contraciclicidad ofrecido por los estándares prudenciales y el tratamiento de las reservas en bancos centrales en la ratio de apalancamiento prudencial.
La tercera conclusión que ha mencionado De Cos es que la resiliencia del sistema bancario global “no puede darse por sentada”, pues en la medida en que la pandemia continúe teniendo efectos y al mismo tiempo se vayan retirando las medidas públicas de apoyo, “podrían surgir pérdidas adicionales para los bancos”, al tiempo que el aumento de los niveles de deuda pública y empresarial “podría incrementar las debilidades estructurales de los balances de las entidades en el largo plazo”.
Hernández de Cos ha recordado que todavía faltan “aspectos cruciales” por completar en la implantación de Basilea III, como la implantación de reformas que contienen estándares dirigidos a potenciar la robustez y credibilidad del marco de activos ponderados por riesgo, lo que tendrá un “claro efecto” sobre el terreno de juego competitivo y limitará la variabilidad de los requerimientos de capital.
En este escenario, el gobernador del Banco de España ha aprovechado su intervención para defender que la implementación de Basilea III “responde a un interés global y colectivo” y que la salvaguarda de la estabilidad financiera es un bien público global que requiere colaboración entre países.
“Los beneficios globales de Basilea III no se lograrán si no se respeta el compromiso de implementación completa, consistente y en plazo alcanzado en el G-20 y en el Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión”, ha advertido.