MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Apenas un 5% de los jóvenes menores de 25 encontraron empleo en el primer trimestre, en su mayoría en una ocupación básica en sectores como Sanidad, Educación u hostelería, según un informe de Asempleo, en el que se resalta que de esos cinco jóvenes que se emplearon entre enero y marzo, cuatro lo consiguieron gracias a un contrato temporal.
La patronal de agencias privadas de empleo señala que los buenos datos de afiliación y paro entre los jóvenes observados en el mes de mayo no compensan un año que ha sido “especialmente duro” para los jóvenes.
Así, actualmente hay un 13% menos de menores de 25 años afiliados a la Seguridad Social y un 30% menos de jóvenes con contratos de prácticas respecto a mayo de 2019, cuando la pandemia no afectaba a las cifras del mercado laboral.
Asempleo avisa de que el descenso de afiliados jóvenes sería aún mayor si se tuvieran en cuenta los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que, aunque computan como afiliados, no están trabajando de manera efectiva.
Según el informe, el empleo creció en mayo un 0,17% respecto al mes anterior, aunque entre los menores de 25 esta tasa fue tres veces superior, del 0,6%. Al mismo tiempo, el paro juvenil descendió un 9,3% en mayo.
Para Asempleo, estos datos no suponen una sorpresa debido a que el comienzo del periodo estival suele ser un momento propicio para la incorporación de muchos jóvenes al mercado de trabajo.
MÁS DE LA MITAD DE LOS JÓVENES OCUPADOS TIENE UN CONTRATO TEMPORAL
De los 940.000 jóvenes afiliados a la Seguridad Social, el 53% tiene un contrato temporal, un 33,7% cuenta con un contrato indefinido y un 5% tiene un contrato de formación o prácticas.
Respecto a mayo de 2019, a excepción de los jóvenes con contrato indefinido a tiempo completo, que han crecido un 1,7%, el resto de los colectivos ha destruido empleo, destacando los temporales a tiempo parcial (-20% interanual), los fijos discontinuos (-22%) y los jóvenes con contrato de formación o prácticas (-31%).
“En otras palabras, si en mayo de 2019 había unos 61.000 jóvenes con un contrato de formación, en mayo de 2021 el número se ha reducido a 42.000 efectivos”, apunta Asempleo.
Desde 2017, la probabilidad de encontrar un primer empleo para los jóvenes inició una senda descendente, de forma que en el segundo trimestre de dicho año, la probabilidad de encontrar un primer empleo fue del 12%. Durante el segundo trimestre de 2020, este porcentaje se redujo hasta el 5% y en el primer trimestre de este año se situó en el 6%. De entre esos seis jóvenes que encontraron un primer empleo, cinco lo hicieron a través de un contrato temporal.
AUMENTA LA PROBABILIDAD DE CONVERSIÓN DE TEMPORAL A FIJO
Aunque la pandemia ha dificultado la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, Asempleo señala que ha aumentado la probabilidad de conversión de contratos temporales a indefinidos.
Así, de entre 100 jóvenes que tenían un contrato temporal en el cuarto trimestre de 2020, cinco consiguieron uno indefinido en el primer trimestre de este año, frente a la proporción de 4,4 del mismo periodo de 2019.
Asempleo aprecia en su informe un notable grado de heterogeneidad regional en el acceso al mercado laboral de los jóvenes. Mientras que en Galicia o Asturias más de 15 de cada 100 jóvenes parados en el cuarto trimestre de 2020 encontraron un primer empleo entre enero y marzo de este año, en Baleares o Madrid apenas lo hicieron menos de cuatro jóvenes.
A la inversa, Galicia y Asturias arrojan datos inferiores a la media nacional en lo que se refiere a la conversión de contratos temporales en indefinidos para los jóvenes, pues en estas regiones, de cada 100 jóvenes empleados con un contrato temporal en el cuarto trimestre de 2020, sólo tres consiguieron uno indefinido en el primer trimestre de este año, frente a un 5% del promedio nacional o el 16% de Baleares.
El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, ha destacado que España necesita un plan que conecte experiencias con capacitación y prácticas, así como reducir el ‘gap’ de tiempo al incorporar a los jóvenes al mercado de trabajo real.
“La contratación temporal es una vía eficaz para que los jóvenes salgan de esta situación negativa. Es aquí donde el papel de las empresas de trabajo temporal (ETT) es fundamental”, sostiene.