Considera que la filosofía fiscal de las cuentas de 2023 “parece diseñada para penalizar la inversión productiva”
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Confemetal advierte en su último boletín de coyuntura económica y laboral de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, que se basan en una previsión de crecimiento económico del 2,1%, “se engañan a sí mismos desde el primer párrafo de su articulado”, al haber sido elaborados “con unas proyecciones de las principales variables macroeconómicas excesivamente optimistas”.
La patronal del metal señala que estas previsiones, no sólo no están confirmadas, sino que, a la luz de la evolución última de la economía española, “va a ser imposible que puedan concretarse”.
“Ninguna institución nacional o internacional, ni siquiera el propio Gobierno, ha podido evitar que sus previsiones de crecimiento vayan deslizándose, de manera constante, a la baja para situarse muy lejos de lo que se podía prever solo antes de verano. La OCDE prevé un avance de nuestro PIB en 2023 del 1,5%, el FMI lo sitúa en el 1,2%, y el Gobierno construye sus cuentas sobre una previsión del 2,1%. Esa optimista cifra se mantiene en un escenario internacional marcado por la alta inflación y por el endurecimiento de la política monetaria”, subraya.
Así, para Confemetal, la Ley de Presupuestos de 2023 comienza a incumplirse desde el propio marco macroeconómico que la acompaña, así como por una filosofía impositiva “que parece diseñada para penalizar la inversión productiva, de modo que, antes de aprobarse, ya traiciona sus premisas y objetivos”.
“El gran problema de estos Presupuestos es que en ellos anida la misma carencia que hizo fracasar a otros precedentes, que no es otra que la falta de priorización de la competitividad de la economía, el verdadero problema de fondo en España”, subraya Confemetal.
Para mejorar la competitividad, la organización empresarial reclama reformas “reales y profundas”, que flexibilicen los mercados de bienes, servicios y factores y que permitan crecer a nuevas empresas y consolidar a las existentes.
“Sin empresas sólidas y competitivas, el riesgo de estancamiento de nuestra economía será una realidad demoledora para nuestros niveles de bienestar y los de las futuras generaciones”, alerta.
A su juicio, los Presupuestos deberían dar respuesta a un ciclo económico caracterizado por la incertidumbre y la desaceleración, pues la economía española es “vulnerable” a las tensiones geopolíticas y sus consecuencias en los mercados energéticos y las cadenas de suministro, así como al deterioro de las economías europeas.
“Con costes y precios de las mercancías al alza y malas previsiones para la evolución de los costes laborales, la inflación, lejos de frenarse, podría aún agravarse deteriorando la capacidad de compra e inversión privada y la confianza general de la economía”, advierte.
CRÍTICAS POR LA MAYOR PRESIÓN FISCAL PARA LAS EMPRESAS
Al mismo tiempo, Confemetal avisa de que el “grave problema” de endeudamiento público hace a la economía española “extremadamente vulnerable” cuando la política monetaria endurece sus condiciones de financiación, como está sucediendo actualmente.
En este contexto, la patronal del metal considera que el principal reto de la economía española debería ser la reducción del déficit público para garantizar el acceso a la financiación tanto de las administraciones públicas como del sector privado.
“Para conseguir esa reducción, la vía posible es la austeridad y la racionalización del gasto público, un claro compromiso por la consolidación fiscal que está muy alejado de iluminar estos Presupuestos en los que el gasto vuelve a batir sus propias marcas”, denuncia.
Este incremento del gasto, critica, se apoya en un crecimiento “excepcional” de los ingresos derivado del efecto de la inflación y del aumento de la presión fiscal a empresas y particulares.
“Ese crecimiento del gasto público va a alimentar la dinámica inflacionista, puesto que partidas como las pensiones y los sueldos de los funcionarios están indexadas a la evolución del IPC del periodo anterior, condicionando futuras medidas fiscales, alimentando la inflación a través de los efectos de segunda ronda y restando eficacia a las medidas de contención de precios”, alerta.
Para mantener esa estructura de gasto, se presupuestan ingresos tributarios por valor de 262.781 millones de euros, un nuevo récord que, según Confemetal, elevará la presión fiscal en 2023 hasta el 42,3%.
En conjunto, la patronal metalúrgica calcula que la presión fiscal empresarial (Impuesto de Sociedades más cotizaciones) ha pasado del 10,3% en 2019 al 10,7 en 2022 y superará el 11% en 2023, “lejos de la media de la Unión Europea que se sitúa por debajo del 10%”.
“En un contexto de desaceleración económica y aumento de los costes de materias primas, energía y laborales, añadir el incremento de los costes fiscales solo servirá para obstaculizar la inversión y la generación de riqueza y de empleo”, lamenta la organización empresarial.