“Lo ideal sería que planificáramos los ahorros con un dinero para imprevistos y otros más para largo plazo para nuestros planes futuros.”
Juan Antonio Sánchez Quintana Del Departamento De Negocio de BBVA Asset Management
Señala que es un viaje que se basa en cuatro pasos:
Control del día a día: una buena salud financiera empieza por lo más cotidiano, con el control del día a día. Una buena manera de hacer un seguimiento es a través de la ‘app’ de BBVA en España, que permite a los clientes ver de una manera sencilla los ingresos y gastos organizados en categorías y saber cuánto gastan el mes y en qué lo gastan. Además, permite realizar presupuestos y llevar un seguimiento de cada uno de ellos a lo largo del mes. Por ejemplo, en verano muchas familias hacen un presupuesto de sus vacaciones, teniendo en cuenta factores como la paga extra de julio, que reciben algunos asalariados.
Ahorrar: una vez tenemos controlados los ingresos y gastos, llega la hora de ahorrar. Podemos marcarnos desde pequeños objetivos hasta tratar de hacer crecer nuestro colchón financiero. Sea cuál sea el objetivo de cada uno, la ‘app’ de BBVA ofrece herramientas personalizadas y de ahorro para conseguirlo, como, por ejemplo, crear metas de ahorro y aportar dinero de forma periódica a ellas, o programar la ‘app’ para ahorrar de forma automática (con el redondeo de compra con tarjeta, etc.).
Mantener la deuda bajo control: este punto es fundamental para tener una buena salud financiera. La ‘app’ de BBVA permite acceder a la deuda que tenemos de un solo vistazo, así como el esfuerzo económico que supone y cuál es el límite de deuda que pueden asumir de forma saludable.
Planificación: esta cuarta clave juega también un papel muy importante en la gestión de la economía. Una manera de planificar es visualizar nuestro patrimonio completo, es decir, lo que tenemos, menos lo que debemos, para disponer de una radiografía exacta de cuál es el estado de nuestras finanzas y poder tomar mejores decisiones de futuro.